CAPÍTULO 39

2.6K 91 65
                                    

CEPEDA

-Hola, mira qué bien me va sola. ¡Nadie a mí me controla! 

Ana está subida encima del sofá de su casa, gritando como loca su primer single. Hace meses que su relación con Jadel acabó, pero hoy se siente más liberada que nunca. 

¿Estará pasando Aitana por algo parecido conmigo? ¿Estará subida a un sofá de Buenos Aires gritando al aire que está mejor sola?

Cuando Roi ha escuchado todo lo que pasó, cuando ha descubierto de mi ruptura con Aitana, creo que he podido ver mi cara de hace unas semanas reflejada en la suya. 

Él fue el primer conocedor de nuestros sentimientos. Fue el primer paño de lágrimas de Aitana, y también el mío. 

- ¡Y aunque me lo pidas yo no te doy ni la hora! -gritan todos. 

He perdido la cuenta de los tragos de ron con Coca Cola que he bebido. Que hemos bebido cualquiera, en realidad. Lo único que sé, es que unos cuantos cubatas después, todos estamos tirados en los sofás, medio dormidos y con una resaca del quince. 

Es la primera resaca post-ruptura. Y la necesitaba. 

-Oye, Aitana ha debido llegar ya a Argentina, ¿no? ¿Has hablado con ella, Cepeda? 

Ricky me hace una pregunta que no sé cómo responder. No quiero ahogar mis penas esta noche con ellos. No verbalizarlas al menos, porque lo que es a base de ron, está claro que sí. 

-Sí, su vuelo debe estar a punto de aterrizar, ya os diré.

Una cosa es que ella no me hubiera hablado personalmente, y otra es que yo no supiera qué vuelo cogía y lo hubiera googleado para estar informado de sus horarios. 

Eso quizá ha sonado mal, pero es simple preocupación hacia una persona que te importa y que ha cogido un avión de quince horas de viaje. 

Que sí, que por el mundo vuelan más aviones que pájaros si me apuras, pero eso no hace que mi instinto protector con la que fuera mi novia hace un mes no esté intacto. 

Como si supiera de lo incómodo del asunto, aunque seguramente pensando en lo que la echaré de menos por motivos distintos, Ana se atreve a cambiar de tema. 

-Bueno, qué, Cepi. No nos has dicho qué tal has visto a los nuevos triunfitos. 

¿Cómo los vi? ¿Cómo estaba yo hace un año? Ilusionado, con ganas de comerme el mundo sobre ese escenario, aunque los nervios me hicieran cagarla una y otra vez. 

-Se les ve tan ilusionados... Me recuerdan mucho a nosotros hace un año. 

-Echo de menos la Academia. -dice Ricky, nostálgico- Echo de menos estar ahí, sin preocupaciones reales. Quiero decir, sufríamos joder, era una presión constante, pero...

-Pero no era real. -digo. 

Todos me miran, curiosos, queriendo saber exactamente a qué me estoy refiriendo. 

Cómo decir lo que quiero sin sonar derrotado, sin fuerzas. Sin ella. 

-La presión, el trabajo, todo eso era duro, pero entonces ¿por qué todos volveríamos sin pestañear? Allí no teníamos preocupaciones del mundo real. Era una pausa, como si no fuésemos nosotros los encerrados, sino más bien el mundo que se había parado. 

El silencio tras hablar prevalece. Todos parecen pensativos, imagino que analizando cómo eran sus vidas antes de entrar con quince extraños a una casa en la que formarse y mejorar como personas. 

A Ana se le escapa una lágrima. Aunque ahora ha superado su ruptura, no se puede negar que dolió. Dolió que Jadel, un chico que también había participado en un concurso de televisión, y había conocido de primera mano lo que algo así suponía, no pudiera aguantar la presión mediática sobre su novia. Roi y yo coincidimos en los celos que surgieron por tener una novia más conocida. 

PROCURO OLVIDARTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora