PROCURO OLVIDARTE

CAPITULO 41

Creo que en el capítulo anterior no quedó muy claro para todo el mundo 😅
La apuesta de Aitana y Mauro era que si ella ganaba, él le daba un beso a Sol, si ganaba él, ella llamaba a Cepeda.

Dicho esto, vamos con el capítulo.

-------------------------

Diciembre 2018: Madrid, España.

CEPEDA

- ¿Siguen ahí metidos? -pregunta Roi, saliendo de su dormitorio con un bol gigante de cereales vacío.

-No sé si están discutiendo o haciéndolo.-respondo.

-Joder, espero que la segunda opción. No quiero mas rupturas.

Roi fue quien más apoyó a Ana tras su ruptura, y una vez que se enteró de lo mío con Aitana, también estuvo ahí para ayudarme a no cometer ninguna locura.

Ha sido paño de lágrimas de dos de los trillizos, y la verdad es que el pobre merece un descanso.

-¡Que te den por culo, Agoney!-se oye a lo lejos, aunque demasiado alto, a Raoul gritar.

-O eso ha sido demasiado literal, o tenemos nueva ruptura a la vista.

Miro a Roi, que es consciente de que en este momento, los ánimos no están para bromas. Pero no lo ha dicho de broma, realmente está preocupado por la posible, y casi evidente ruptura de nuestro compañero de piso.

Hace unas semanas firmé el contrato para una nueva casa, más grande y a las afueras. Vivir en el centro de Madrid me gustaba, pero la fama me estaba dando demasiados quebraderos de cabeza al llegar a casa y con Butanito no tendría porqué ser un problema vivir algo más lejos.

En cuanto lo supieron, Agoney se ofreció a pagar una habitación el tiempo que estuviera en Madrid. Acepté. A fin de cuentas, ya vivíamos juntos en los 25 metros y además ahora tendría unos ingresos extra. Roi, por su parte, se la pasa viajando de Galicia a Madrid semanalmente, por lo que también tiene una habitación propia para el tiempo que pasa en la capital.

- ¿Tú con Raoul y yo con Ago?-pregunto. No es la primera vez que escuchamos una de sus discusiones, pero el grito de hoy nos hace pensar a ambos que es la definitiva.

Roi asiente, pero cuando estamos por iniciar el camino hasta las escaleras, Raoul baja hecho una furia, soltando una casi inaudible despedida.

-Nos vemos el jueves en lo de Alfred, chicos.-dice antes de desaparecer.

Bueno, parece que sea lo que sea no va a hacer que dejen de verse en las reuniones comunes.

-Agoney.-decimos los dos. No tenemos que dividirnos para hablar con nuestros amigos, pues uno de ellos ya se ha ido.

A la hora de la cena, tras haber hablado un largo rato con el canario, comprendemos que hoy no va a salir de la habitación, y tampoco nos va a contar qué ha pasado con nuestro amigo. Tampoco hemos insistido.

-Estoy de las rupturas hasta los cojones.-dice Roi.-Joder, perdona que te lo diga, pero...

-No te preocupes, han pasado más de tres meses, Roi. Lo he superado.

-Ya lo sé, Cepedi.

Durante este tiempo, las firmas y la promoción del disco me han mantenido la mente ocupada. Bastante ocupada por suerte. Apenas he tenido días libres y cuando los tenía, ahí estaban mis dos compañeros para alegrarme los silencios y acallar mis pensamientos.

Por suerte, mi relación con Aitana está casi superada.

He entendido que su futuro está lejos de España, que en Argentina, América Latina y el mundo entero puede triunfar, y la idea de que cuando volviera todo podría ser igual se ha desvanecido de mi cabeza.