CAPÍTULO 47

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AITANA. 

Definitivamente, Espejismo va a ser mi canción favorita del disco. 

No entiendo cómo ha podido siquiera dudar de que me enamoraría de la canción casi tanto como de él. 

Cuando las lágrimas han cesado, y mis labios han perdido el rojo del labial debido a los besos, le explico que mi plan de despedida es ver la auténtica Buenos Aires. 

-Haré que te sientas como un porteño más. -sonrío. 

Definitivamente, esta ciudad me ha cautivado, al igual que el resto de lugares del país que he podido visitar. 

-Llamaré a Mauro para que no venga a recogernos. Mañana le devolveré las llaves.-informo. 

-¿Qué tienes pensado?

-Lo primero, alquilaremos unas bicis. 

Montados por fin cada uno en una bicicleta, comenzamos nuestra aventura. Le muestro durante el trayecto los lugares más significativos para mí estos meses. Durante los días que él ha estado, le enseñé la ciudad como a un turista, pero hoy quiero que conozca la verdadera ciudad. 

Le explico la vez que Mauro y yo nos quedamos hasta las cuatro de la mañana sentados en un portal del barrio de Costanera esperando a ver a Sol de casualidad, que había ido con sus amigos a una discoteca. O la tarde que Mauro decidió llevarme al "lugar más lindo que verás en tu vida" para hacer fotos de promoción, y acabamos en el cementerio de la Recoleta mientras me contaba una historia inventada de miedo. También aquella vez que Sol me enseñó a bailar tango y acabamos siendo las protagonistas del lugar. Recuerdo que en aquel momento pensé en Amaia y en lo mucho que me gustaría que ella viviera eso conmigo. 

Sin apenas darnos cuenta acabamos en el barrio de Palermo. Ya son casi las once de la mañana, por lo que la Feria de Libros de la Plaza de Italia ya debería estar abierta. 

Este lugar tiene cierto encanto que quiero que Luis conozca. 

-Es el paraíso de los libros, ya verás. La mejor literatura nacional e internacional. Te juro que soy incapaz de entrar aquí y salir con un peso en el bolsillo. 

-No puedes dejar de ser tan mona, ¿no?

Tras más de una hora y media dando vueltas por los puestos, de indecisiones, al fin hemos terminado comprando los mejores libros que hemos encontrado. Él ha decidido comprar uno para el viaje y algunos para regalar a sus padres y para algunos de nuestros compañeros. 

Seguimos caminando por las calles de Palermo, tras dejar las bicicletas. Este es, sin duda, mi barrio favorito de toda la ciudad. Me fascina su grandeza, y la cantidad de opciones que hay en él. El lago es una de las visiones más bonitas que he encontrado, y a veces me gusta venir aquí sola a pensar. Incluso a escribir y dibujar. O todo a la vez. 

-Es como El Retiro, ¿no?

-A mí me parece más lindo.

Luis sonríe, e ignoro el por qué hasta que comienza a hablar. 

-Tanto tiempo aquí y casi se te han pegado sus palabras.

Río. Tiene razón, no lo había notado. Obviamente, no llevo tiempo suficiente como para que una entonación o acento se haya quedado en mí, pero sí que algunas palabras que oigo más a menudo me salen solas. Imagino que es normal, estar todo el día con Mauro y Sol al final cobra factura. 

-No tiene sentido porque nunca he vivido en Madrid pero... Quizá me gusta tanto por eso. Tal vez me recuerda a España en cierta forma. El lago, las barquitas... 

PROCURO OLVIDARTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora