CAPÍTULO 35

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CEPEDA

Tras el funeral, todos los presentes decidimos ir a comer a juntos a un restaurante cercano.
Era lo que mi abuela hubiera querido. También invitamos a Roi y Miriam, a los que estaba profundamente agradecido por acompañarme en un momento así de duro.

Mientras mi familia comentaba lo feliz que estaría mi abuela por vernos a todos reunidos, y que no le gustaría que llorásemos, yo no podía separar mi vista de las tres personas que empezaron en octubre esta aventura conmigo, y que ahora eran familia.

Roi, ese chico gracioso, que había sacado sonrisas de mi boca desde el primer día.

Miriam, la leona imparable a la que, por desgracia, descubrí más tarde.

Y Aitana. La culpable de mis males durante semanas y mis alegrías esos últimos meses.

Mi abuela murió el 7 de julio, y ya han pasado más tres meses desde aquello. Tres meses en los que la gira con mis compañeros trajo muchas alegrías que ayudaron a recuperar la vitalidad de mi corazón. Tres meses en los que me conocí a mí mismo en cada concierto en solitario y cada firma para promocionar Principios.  Los conciertos no eran de muchas personas, sino conciertos en acústico con capacidad reducida.

Digamos que han sido una toma de contacto con un público que exclusivamente venía a verme a mí.

Hoy, 28 de octubre, estoy de nuevo entre las cuatro paredes que me vieron nacer, que hicieron posible que a día de hoy, siga siendo el cantante español más vendido en iTunes y escuchado en Spotify. Un sueño, algo de locos.

Hoy vuelvo a la Academia para ver a los nuevos triunfitos.

-¡Hijo mío, pero qué guapo estás!

Saludo a Noemí con una sonrisa muy grande en la cara. Echaba de menos compartir tiempo con ella y muchísimo más sus broncas mañaneras.

-Llegas tarde, amigo.

Son casi las tres y media, y en teoría debería estar ya viendo a los próximos fenómenos musicales del momento. Es extraño pensar que hace nada yo estaba ahí, sentado en esas escaleras.

Hace un año estaba ensayando esa canción con ella.

-Se me ha roto el coche. -excuso.

-Ya, claro. Ya me imagino qué es lo que te distrae tanto en Barcelona... Sé de alguien que volvió anoche de Los Ángeles. -comenta mientras subimos las escaleras que llevan directamente a la Academia.

Es cierto.
Anoche volvió. Ni siquiera me he permitido pensar en ello. Ni siquiera he sido capaz de meterme a las redes y quitar su silencio.

No puedo, porque aún duele.

A Noemí le respondo con una tímida sonrisa, que inspira culpabilidad. Como si llegar tarde por haber visto Aitana fuera el verdadero motivo. Quiero que lo crea porque si me descubriera, tendría que decir en voz alta que Aitana y yo no estamos juntos. Y no estoy preparado para eso.

Qué triste que la única realidad es que al maldito Butanito no le apetecía arrancar esta mañana.

-Chicos, tengo una visita.

Noemí ha entrado antes que yo a la sala donde ellos se encuentran. Yo me quedo en la recepción charlando con Martí, mientras escucho cómo mi segunda madre les explica que le hace verdadera ilusión presentarme.

-Creo que la visita de hoy os va a ayudar mucho. Va a conseguir que no decaigais, que creáis en vosotros mismos y no os dejéis llevar por una mala gala, o unas cinco. Que con perseverancia, esfuerzo y magia, las cosas salen adelante. Qué ilusión me hace que conozcáis a Luis Cepeda.

PROCURO OLVIDARTEWhere stories live. Discover now