Sixteen

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JEALOUS

Annie se limpiaba la cara con un pañuelo que afortunadamente tenía, cuando la puerta del compartimiento se abrió.

—¡Oh..., hola, Harry! —lo saludó una vocecilla—. Humm..., ¿te pillo en mal momento?

Annie levantó la mirada. Era Cho Chang.

—¡Ah, hola...! —respondió Harry, desconcertado.

—Humm... —dijo Cho—. Bueno... Sólo venía a decirte hola... Hasta luego.

Y con las mejillas muy coloradas cerró la puerta y se marchó.

Annie se limitó a observar por la ventana, el ánimo se le había ido de repente. De acuerdo, estaba celosa, y eso la confundía.

No había pensado que en algún momento Harry pudiera interesarse en alguien más. Si, él le ha dicho que la ama, pero aquello podía cambiar y eso aterraba a Annie, mucho.

Hasta ese momento, no se había planteado el qué pasaría si Harry la dejaba, pero viendo a Cho Chang, muy bonita y mostrando interés por Harry, le había bajado el ánimo, imaginándose los peores escenarios. Suspiró temblorosamente.

—Bueno, no importa —dijo Ginny con optimismo—. Miren, podemos
librarnos de todo esto con facilidad. —Sacó su varita y exclamó—: ¡Fregotego!

Y el jugo fétido desapareció.

Annie recargó su cabeza en la ventana, tratando de pensar en algo positivo.

Ron y Hermione no aparecieron hasta al cabo de una hora, después de que pasase el carrito de la comida. Cuando entraron al compartimento, venían cargando con sus baúles, además de Pigwidgeon y Crookshanks.

—Estoy muerto de hambre —dijo Ron; dejó a Pigwidgeon junto a Hedwig, le quitó una rana de chocolate de las manos a Harry y se sentó a su lado. Abrió el envoltorio, mordió la cabeza de la rana y se recostó con los ojos cerrados, como si hubiera tenido una mañana agotadora.

—Hay dos prefectos de quinto en cada casa —explicó Hermione, que parecía muy contrariada, y se sentó también—. Un chico y una chica.

—Y a ver si saben quién es uno de los prefectos de Slytherin —preguntó Ron, que todavía no había abierto los ojos.

—Malfoy —contestó Harry al instante.

—Y Pansy Parkinson, esa chica —añadió Hermione con malicia—. No sé cómo la han nombrado prefecta, si es más tonta que un trol con conmoción cerebral...

—¿Quiénes son los de Hufflepuff? —preguntó Harry.

—Ernie Macmillan y Hannah Abbott —contestó Ron.

—Y Anthony Goldstein y Padma Patil son los de Ravenclaw —añadió Hermione.

—Vimos a Theo, Blaise y Daphne, dijeron que vendrían más tarde —comentó Ron— oh, y también Annissa.

—Tenemos que patrullar por los pasillos de vez en cuando —les comentó a Harry y a Neville—, y podemos castigar a los alumnos si se portan mal. Estoy deseando pillar a Crabbe y a Goyle haciendo algo...

—¡No debes aprovecharte de tu cargo, Ron! —lo regañó Hermione.

—Sí, claro, como si Malfoy no pensara sacarle provecho al suyo —replicó éste con sarcasmo.

—¿Qué vas a hacer? ¿Ponerte a su altura?

—No, sólo voy a asegurarme de pillar a sus amigos antes de que él pille a los míos.

Annie y la Orden del Fénix Where stories live. Discover now