Thirty seven

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THE TRUTH

-Hermione, no tengo ganas de salir hoy -se quejó Annie a su mejor amiga.

-Vamos, tienes que ver lo que hicieron los chicos -insistió Hermione. El plan se había puesto en marcha. Días atrás, habían informado a Dumbledore acerca de sus sospecha hacia Cho. El director les dio ese día sábado para que comprobaran si lo que decían era verdad, por lo que debían llevar a Annie y Harry al despacho de Dumbledore.

-Annie vamos -dijo Hermione cruzada de brazos. La Gryffindor se quejó pero se levantó de su cama.

-Sólo déjame cambiarme.

Sólo se colocó unos pantalones de mezclilla, un suéter ligero y unas botas cómodas. Bajaron a la sala común.

-Bien. ¿A dónde vamos?

Hermione le mostró un pañuelo.

-Oh, no. Ni lo pienses -dijo Annie cruzándose de brazos.

Minutos después Hermione guiaba a Annie por los pasillos de Hogwarts. La castaña tenía las manos puestas al frente, para evitar chocar con algo.

-Bien, vamos a tomar un atajo -dijo Hermione al ayudar a Annie a subir unas escaleras que dirigían al despacho de Dumbledore.

-Esto me da miedo -murmuró Annie subiendo cuidadosamente cada escalón. Llegaron a la puerta y Hermione la abrió. Empujó a Annie hasta el centro de la habitación y le quitó la venda.

Annie se confundió aún más al estar en la oficina de Dumbledore, agregándole que todos estaban ahí, incluido Harry, y sorprendentemente Snape con su misma cara de siempre.

-Uh.. ¿estamos en problemas?

Dumbledore apareció por una puerta y lentamente se sento en su silla.

-Bien, ya estamos todos reunidos al parecer -dijo sonriendo amablemente. Agitó su varita y aparecieron más sillas- siéntense. Pónganse cómodos.

Annie aún sin saber qué pasaba, se sentó junto a Hermione.

-¿Alguien quiere algo para beber? -ofreció.

Todos negaron excepto Harry, cosa que sorprendió a Annie. No sabía cuántas veces se había sorprendido en ese día.

Dumbledore agitó su varita y apareció un juego de té. Lo preparó rápidamente y se lo dio a Harry.

-¿Profesor Dumbledore? -dijo Annie.- ¿Porqué estamos aquí?

-Bueno, señorita Roberts, sus amigos aquí presentes me han informado que tienen la sospecha, de que se ha usado Amortentia.- explicó.

Annie le miró confundida.

-¿Cómo?

Le señaló a Harry que parecía muy feliz mientras tomaba de su té. Todos estaban atentos a su reacción.

Pasados unos minutos donde nadie dijo nada, la sonrisa de Harry fue decayendo. Frunció el ceño, como si tratara de recordar algo.

Levantó rápidamente la mirada hasta encontrarse con la de Annie. Hermione le había quitado la taza de las manos.

Su cara se transformo a una de horror.

-Oh dios -murmuró. Se tomó la cabeza con ambas manos. De repente, había empezado a recordar, como si sus pensamientos fueran liberados de alguna parte, pero además, lo hecho en el último mes, también entró en su cabeza. Cho regalándole un trozo de tarta de melaza, él y Cho besándose en el gran comedor, Annie llorando, mirándolo dolida.

Annie y la Orden del Fénix Where stories live. Discover now