Annie y la Orden del Fénix

Thirty three

A GIFT

Todo Grimmauld Place estaba decorado con motivos navideños gracias a Sirius. Remus y Annie lo convencieron de decorar la casa, y con ayuda de ellos dos, quedó irreconocible. De las lámparas de cristal, anteriormente carentes de brillo, ya no colgaban telarañas, sino guirnaldas de acebo y serpentinas plateadas y doradas; había montoncitos de reluciente nieve mágica sobre las raídas alfombras; un gran árbol de Navidad, que había conseguido Mundungus y que estaba decorado con hadas de verdad, tapaba el árbol genealógico de la familia de Sirius; y hasta las cabezas reducidas de elfos domésticos de la pared del vestíbulo llevaban gorros y barbas de Papá Noel.

Annie despertó la mañana de navidad con una pila de regalos a sus pies. Le deseó a Hermione Feliz Navidad mientras abría sus regalos.

Se encontró con el suéter Weasley y mucho de su pastel favorito, que no pudo evitar comer. Hermione le habia regalado una agenda para los deberes, cosa que Annie consideró muy útil ahora que los TIMOS se acercaban.

Ron le regaló dulces, como cada año, Fred y George le regalaron unas bonitas plumas con tintas de colores brillantes. Theo y Blaise le regalaron una libreta de dibujo y algunos marcadores. Ginny le regaló una cinta para el pelo que cambiaba de color.

Sirius y Remus le regalaron libros y ropa muy bonita, cosa que no se esperaba. Se extrañó al no ver regalo de parte de Harry, pero tal vez no había tenido tiempo.

Disfrutó mucho abrir sus regalos y esperaba que los suyos les gusten también.

Fue al baño y se aseó un poco. Cuando se decidió a bajar, pensó que sería una Navidad en pijamas.

Por lo que arriba de su pijama nada más se colocó un suéter de Harry y bajó junto a Hermione, encontrándose a los chicos en la escalera.

-¡Feliz Navidad! -dijo Annie con una gran sonrisa abrazando a Blaise y Theo.

-¡Feliz Navidad, Annie! -exclamaron éstos devolviéndole el abrazo. Hermione y Theo se abrazaron y bueno, compartieron muchos besos.

Annie abrazó a Ron poniéndolo incómodo. Finalmente se giró a Harry.

-Feliz Navidad, amor -deseó Harry abrazándola.

-¡Feliz Navidad! -exclamó sonriente y acercándose para un beso. Escuchó los sonidos de quejas de Blaise y Ron, pero los ignoró y siguió con lo suyo. Cuando por fin se separaron, bajaron hasta la cocina, donde estaban los adultos. Annie se acercó a sus padres y los abrazó también.

-¡Feliz Navidad!

Remus y Sirius sonrieron al pasar una navidad con su hija y al ver su emocion por las fiestas.

Comieron un gran festín, y los Weasley decidieron ir a visitar a su padre. Annie decidió quedarse con sus padres, pues era la primera navidad que podía pasar con ellos, además de que no creía que Theo y Blaise se sintieran lo bastante cómodos como para ir.

Al final, los que no tuvieran apellido Weasley se quedaron en la casa. Se habían reunido en la sala, con chocolate caliente que la señora Weasley había preparado más temprano. La chimenea estaba encendida y afuera nevaba, creando la perfecta postal navideña.

Remus y Sirius habían subido al segundo piso para dejar que los adolescentes se divirtieran, o esa había sido su excusa.

Theo y Hermione estaban en un sillón arropados con una misma manta mientras hablaban y se sonreían.

Blaise y Annissa jugaban Snap Explosivo en la mesa cercana.

Annie y Harry estaban de la misma forma que Theo y Hermione, sólo que ellos estaban en el sofá frente a la chimenea, con Annie sosteniendo su taza de chocolate caliente.