Una Muñeca y Un Caballero Enano

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Narra Levi

Tenía su rostro muy cerca del mío, esos ojos grises ahora estaban llenos de lágrimas, estaba molesta pero más que nada triste, ¿volveré a verte sonreír como aquella vez? Mikasa, no te preocupes, me aseguraré de que no vuelvas a derramar una lágrima de tristeza o enojo.

-Sueltame-. Se soltó de mi agarre y logró hacer larga la poca separación que teníamos. -Ya no tengo nada que ver contigo ni tu conmigo, así que déjame en paz quieres?-. Se dio media vuelta y siguió su camino con un paso rápido.

Esa tonta, está lloviendo, se enfermera... Tch.
Corrí tras ella y al notar mi movimiento aceleró el paso.

-Ya dejame-. Grito y empezó a correr.

Narra Mikasa

¡¿Qué le pasa?! No tuvo suficiente con lo de ayer.. y ahora... ¡¿Viene a restregar en mi cara el rechazo de Eren?!
No me había dado cuenta, había corrido mucho para escapar de ese estupido enano, estaba muy lejos de la escuela; suspirar, sollozar, correr y echarte a llorar a llantos no es buena idea hacerlo al mismo tiempo; comenzó a faltarme aire, vi un parque cruzando la calle, llegué a este y justo cuándo pise el pasto y la tierra mojada resbale, el golpe de la caída fue duro, y gracias a la tierra mojada ahora hecha lodo, mi cabello, ropa y cara estaban algo manchadas; mire mis puños que estaban debajo de mi cuerpo sobre el pasto y solo pegué mi cara sobre este, llorando silenciosamente...

Una mano gruesa y grande tomó mi brazo y me dio vuelta, y nuevamente lo tuve en frente, ese ceño fruncido característico de el, alzó mi brazo y lo puso por encima de sus hombros, y seguido tomó mi espalda, con su otro brazo levantó mis piernas... ¿Enserio? ¿Me he convertido en una damisela débil que siempre tiene que salvar un caballero?.. bueno... un caballero enano.

-Oye ¿Qu...-.

-Callate, no estoy aquí para discutir, o hablar de lo de ayer, quiero arreglar unos asuntos contigo-. Me interrumpió.

-No estoy para hablar contigo-.

-Te había dicho que si te hablaba era para asuntos importantes ¿o no?-.

Me quedé callada, el comenzó a caminar y llegamos a un auto costos azul marino, me bajó, abrió la puerta e hizo que entrara en el copiloto de este, después de cerrar la puerta el dio la vuelta para entrar en el asiento de conductor.

-Cualquiera podría pensar que estas secuestrando a alguien ¿sabes?-.

-No pienses mal, bueno no aun-. Respondió.

-¡¿Qué?!-.

-Te traje conmigo porque busqué la solución a esos rumores sobre lo que pasó la noche con esos tipos-.

-Ya no me importan-.

-No eres la única afectada, terceras personas también hab sido molestados o insultados, y no hablo solo de mi-.

-¿Terceras personas?... Acaso hablas de...-.

-Te lo explicaré cuando lleguemos-.

-¿A dónde vamos?-.

-Ya veras-.

Narra Levi

Arranqué el auto y conducí a un Spa.

-¿Qué, quiéres hacerte manicura?-. Bromeó ella.

-Ja ja muy graciosa, es para ti-.

-¿Para mi?-.

-Estas empapada y sucia, a donde iremos no puedes ir con esa apariencia, vamos-. Salí del auto y ella hizo lo mismo.

Entramos al Spa y les pedí que la dejaran tomar un baño, la peinaran y maquillaran al natural.
Después de que ella entró yo me salí del lugar, seguro que tardaría en salir, aproveché para ir a una Boutique costosa.

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