Miradas Frías

Cita de verdad

Narra Levi

Caminamos por las calles del pueblo, en ocasiones nos detaníamos en tiendas de recuerdos o puestos de comida en los que comprábamos pequeños bocados para probar la comida típica de las montañas Orgus.

Casi en todos los puestos Mikasa era la que se veía que disfrutaba más de la comida, yo solo probaba mínimas porciones.

Durante el trayecto hablábamos de cualquier cosa, se tocó el tema sobre a lo que Mikasa quisiera dedicarse.

-¿La facultad de Psicología? No suena mal-. Le dije mientras seguíamos caminando.

-Si, creo que me gustaría Psicología educativa-.

-Si estás dispuesta a soportar a unos mocosos, entonces supongo que esta bien-.

-Bueno, yo no lo veo como "soportar", creo que las personas deben sentirse bien en sus peores momentos cuando aunque sea una sola persona crea en ellos, me gustaría apoyar a mis estudiantes, tal vez quiero que me vean no como alguien superior sino como alguien en quien pueden confiar-.

-Entonces, ¿profesora eh?-.

-Si, en resumen-.

Vi como Mikasa se quedaba mirando a una estación de turismo, en las fotos de las pancartas promocionaban un recorrido por un pantano y también había muchas imágenes de cocodrilos.

-¿Quiéres ir no?-. Le pregunté.

-Ah ¿Qué?-. Reaccionó y me miró.

-Quieres ir a un recorrido turístico-.

-Ah no es necesario-.

-Aun es muy temprano, nos alcanzará-. Comencé a caminar hacía ese centro.

-Podrías dejar de adelantarte, parezco una niña chiquita siguiéndote-.

-Es porque eres muy lenta mocosa-.

-Te recuerdo que te gané en la carrera-.

-Te dejé ganar-.

-Ajá, si como no-. Contestó sarcástica.

-Es la verdad, me distraje y por eso pudiste tomar la delantera-.

-Oh es cierto, te distrajiste viendome-. Me dijo burlona.

-Tch, preguntemos por ese recorrido-.

Nos dijeron los servicios y costos, Mikasa quería ver cocodrilos así que optamos por el recorrido hacía el pantano. Estuve a punto de sacar mi billetera pero esa mocosa se adelantó y lo pagó.

-Bien, vamos-. Me dijo animada.

-Oí mocosa, no me hagas quedar mal, yo debí pagar-.

-No, yo fui la que dijo que tuviéramos una cita, yo te invité así que yo pago-. Se colgó su mochila pequeña en su espalda y ahora ella fue la que me dio la espalda para caminar hacía el transporte que nos llevaría.

Sonreí ante lo que dijo, "yo fui la que dijo que tuviéramos una cita" la seguí y una camioneta ya nos estaba esperando, no éramos los únicos que irían, también estaban dos familias y un grupo de jóvenes. Era ya la una de la tarde, para llegar al pantano nos dijeron que el viaje duraba aproximadamente cuarenta y cinco minutos. Subimos al vehículo y tomamos asiento, Mikasa leía el folleto que nos habían dado, parecía que sus ojos se iluminaban cada vez que veía la foto de un cocodrilo.

-Veo que te gustan los reptiles-. Le pregunté.

-El cocodrilo es mi animal favorito, nunca había visto uno en físico, ¿acaso se nota mucho mi emoción?-.