Visitas inesperadas (Maratón 5/5)

1.6K 136 55
                                    

Narrador externo

Después de su primer noche, los dos azabeches se las arreglaron para levantarse más temprano que todos y así Levi acompañó a Mikasa hasta su cabaña.

Narra Mikasa

Entre sigilosamente a la cabaña y todo estaba en silencio, ninguna de las chicas parecía haberse despertado, camine hasta mi habitación quedando frente a la puerta.

-Mikasa-. Escuché a mis espaldas. -¿Qué hacías afuera eh?-. Giré a ver y se trataba de Hanji quien me miraba con una cara pícara.

-Salí a correr-. Le dije seca para disimular mi nerviosismo.

-Ajá, en pijama, y dime.. ¿Levi fue contigo a correr?-. Dijo sin cambiar su rostro.

-Ah, sí y-yo lo llamé-. Comenzaba a notarse mi nerviosismo.

Hanji comenzó a reírse y me rodeó con su hombro -Oh mi bella Mikasa, somos amigas puedes decirme lo que paso anoche-. Se acercó a mi oído.

-Aun así no tengo porque decirlo-. La parte y baje mi rostro rojo.

-De acuerdo, de acuerdo, no tienes que decirme... solo espero que hayan sido cuidadosos, son muy jóvenes y entiendo que sus hormonas se alteren pero la seguridad primero-. Me tomó de amabas manos.

-Yo... yo tengo que dormir un rato-.

-¿Qué? ¿El enano te dejó agotada?-.

-¡Hanji!-.

Se carcajeó. -Okay, lo siento, no te molestaré con eso lo juro, al menos no a ti; descansa Mika-.

-Ammm ¿Hanji?-.

-¿Qué pasa?-.

-¿Porqué estas fuera de tu habitación y en pijama?, sin mencionar ese chupete abajo del cuello-.

La de lentes se puso cual tomate. -¡Eso no te incumbe!-. Me gritó y corrió hasta su habitación.

Suspiré y sonreí victoriosa de que también la había pillado. Entre a mi habitación y me recosté en mi cama, mierda, Hanji no se equivocaba, estaba exhausta; mi celular sonó, era un mensaje de Levi.

"¿Entraste bien?".

"Si, ¿Qué hay de ti?".

"También, aún es muy temprano, descansa"

Sonreí tontamente. Apague mi celular y cerré mis ojos quedándome dormida.
Paso entre una o dos horas aproximadamente cuando desperté, me levanté con dificultad, mis piernas, caderas y espalda me dolían, tomé una toalla y jabón para ir a tomar un baño. Una vez que acabé me fui de nuevo a mi cuarto y me cambie, ni siquiera el agua caliente lograba quitarme lo adolorido, me puse un short de mezclilla, una blusa de manga corta sin hombros color azul celeste y unos converse blancos. El último día en la playa Maria no la pasaríamos visitando la ciudad. Cuando la tarde finalizó ya teníamos nuestras maletas listas y subiendolas al transporte. Regresamos a Sina en la noche, llegamos al apartamento de Levi para recoger el resto de nuestras cosas y después cada uno tomó su rumbo. Levi nos llevo a Eren, Armin y a mi al aeropuerto.

-Ya te dije que no tengo problemas con que te quedes-. Me dijo Levi; mis dos mejores amigos ya estaban dentro del avión aunque este aún no despegara les dije que ya los alcanzaría.

-Me gustaría Levi, pero, tengo que ver a los señores Jeager, además solo serán tres semanas-.

-Tch, bueno si eso quieres, no te detendré-.

Narra Levi

-Aun así, te voy a extrañar-. Me dijo Mikasa sonriendo. La vocera del aeropuerto habló por la bocina indicando que el vuelo de Mikasa estaba a punto de cerrar sus puertas. Ella giró al escucharlo. -Creo que es hora de irme...-. Volvió a voltear hacía mi, y en ese instante la tomé de la nuca y la cintura y la besé, ella me siguió el beso hasta que a ambos nos faltó el oxígeno.

Miradas Frías Where stories live. Discover now