Miradas Frías

Tarde de chicas

Narra Mikasa

Domingo por la mañana, el único día en que no me toca atletismo, vaya que se siente bien, hace unos días que comenzamos los exámenes del primer periodo y por fin habían acabado. Eran las nueve de la mañana, he estado muy cansada en estos días de estudiar y entrenar, me quedaría todo el día en la cama.

-Chicas, ¿recuerdan que les dije que las recompensaría por ayudarme la otra noche con mi tarea?-. Preguntó Sasha sentada en su cama mientras yo seguía acostada viendo mi celular y Annie se cepillaba el cabello.

-Si, aún no lo debes-. Contesté.

-Bueno, pues les tengo un regalo-. Se agachó por debajo de su cama y sacó una caja rectangular color rosa. -¡Tadah!-. La abrió, tanto Annie como yo giramos a ver y dentro venían unos muy pequeños pastelillos de fresa. -Se que la fresa es tu fruta favorita Mika, y bueno estoy segura de que a Annie le encantarán, así que... son todos suyos-.

-¡Guau! Si que se ven muy ricos-. Le dije y me puse de pie para verlos más de cerca.

-Adelante agarra son de ustedes después de todo-. Yo hice caso inmediato y tomé uno, había tenido tanta flojera que ni siquiera había ido a desayunar. -¿Annie?-.

-No gracias, no tengo antojo-. Dijo seca mientras agarraba su cabello en su típica coleta. Sin embargo a los pocos segundos escuchamos rugir el estómago de la rubia, Annie se sonrojo, mientras yo solté una leve risa y Sasha soltó una carcajada.

-Vamos Annie ya no puedes ocultarlo-. Sasha le acercó la caja.

Annie finalmente se rindió y tomó uno, al momento de morderlo sus ojos se abrieron, y la razón es que estaban sumamente deliciosos.

-¿Los compraste en alguna tienda conocida? Creo ya haber probado algo así-. Le pregunté, y la verdad siento que ya he probado estos panecillos.

-Oh no, un amigo me los dio ya que le conté que tenía que pagarles el favor a ustedes de haberme ayudado-. Contestó la castaña. -Oigan es domingo, no tenemos tarea, los exámenes del primer mes han acabado, deberíamos salir, nunca hemos tenido una tarde solo de chicas-. Dijo animada.

-No estaría mal ¿Annie?-.

-Si, porque no-.

No era mala idea, y Sasha tenía razón  nunca hemos tenido una tarde de chicas, más que cuando nos juntamos para desayunar.

-¿Qué tal si vamos al parque de diversiones?-. Se levantó Sasha de la cama.

No recuerdo cuando fue la última vez que fui a uno, las tres decidimos ir, nos vestimos y agarramos nuestra cartera y celular.

Salimos del dormitorio y nos encontramos a Historia.

-¡Ey! Hola chicas-. Nos dijo.

-¿Cómo estas Historia?-. Le pregunté.

-Bueno, es un lindo Domingo para no hacer nada, bueno de hecho me iba a ver con Eren, pero las competencias del equipo están cerca así que los capitanes les ordenaron entrenar todos los días-. Contestó.

-Entonces te cancelo-. Dijo Annie seria.

-¡Annie!-. Reprochó Sasha.

-No está bien, a fin de cuentas es cierto-.

-¿Y porqué no vienes con nosotras? Vamos a ir al parque de diversiones-. La invitó Sasha.

-¿Seguras? ¿No hay problema?-.

-Claro que no, mientras más chicas mejor-.

Yo le asentí e Historia acepto. Ahora las cuatro tomamos el metro para que nos dejara en la calle donde esta el parque.