8.- Misterioso asesinato

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Sheriff Fernsby

Forks era reconocido entre su gente por ser un pueblo tranquilo y sin problemas, pero claro, siempre y cuando exceptuando a varias personas que, inevitablemente, se salían de nuestras manos.

La convivencia y pacifismo era nuestro fuerte, o al menos eso solía creer.

Solíamos creer...

Como sheriff tenía que estar preparado para cualquier tipo de situación que ocurriera en Forks, tenía una responsabilidad que acatar por el bien de mi pueblo, pero la noticia que recibí esa mañana, me hizo dudar tremendamente si en realidad estaba haciendo bien mi trabajo.

Una hora antes, habíamos recibido una llamada en la estación de policía donde nos informaron que la noche anterior hubo un asesinato en la casa de los Bailey. Una familia respetable por las buenas labores de los señores Bailey en el hospital del pueblo, por las buenas calificaciones de su hija y por todos los concursos matemáticos que su hijo ganaba cada año. No le hacían daño a nadie, eran amables con todo el pueblo.

Ni por la cabeza se me pudo haber pasado que esa familia pudiera recibir un daño tan atroz y despiadado como ese y menos en su propia casa.

—¿Jefe? ¿Está bien? —el oficial Villin me había preguntado desde el asiento del copiloto de la patrulla—. ¿Cree que el caso sea muy grave?

Le di una mala mirada— Villin, me dijeron que la señora Bailey ni siquiera pudo explicar lo que sucedió porque estaba demasiado alterada y no dejaba de llorar. Mejor tú dime si crees que el caso es grave.

—Lo cual es extraño ya que ella es médico —Villin murmuró más para sí mismo pero fui muy capaz de oírlo. Reprimí el impulso de reprenderlo por su falta de tacto en el asunto pero la verdad que era una batalla perdida para mí ya que él no solía tenerlo. Aunque a veces era bueno tenerlo trabajando con nosotros porque él podía dar las malas noticias que nadie más se atrevía a dar.

Ignoré a mi compañero y me enfoqué en el trayecto a la casa de los Bailey que en ese momento se había convertido en una escena del crimen. Después de unos cortos minutos, llegamos.

A los alrededores se encontraban muchas personas que, supuse, eran vecinos, tratando de ver lo que estaba sucediendo. Era un pueblo tranquilo pero se interesaban demasiado en la vida de los demás.

Los demás oficiales que ya estaban ahí se encargaron de poner los listones amarillos alrededor de la casa para que no pasaran y obstruyeran en nuestro trabajo.

Entre todos los autos que estaban en el lugar, pude ver una ambulancia y a las personas que se encontraban en ella: el señor y la señora Bailey con su hijo menor, Mark. Todos parecían estar en un estado de shock. Se veían completamente inconscientes de lo que estaba sucediendo a su alrededor. Ni siquiera le prestaban atención a los paramédicos que intentaban ayudarlos.

Decidí no ir hacia allá ya que yo no sería de gran ayuda para ellos debido al estado en el que se encontraban y en su lugar entré directamente a la casa y, al hacerlo, un escalofrío me recorrió la espalda.

¿Qué estaba pasando?

—Sheriff.

Me giré y vi a la oficial Relisch detrás de mí. Había estado tan desconcertado que ni siquiera la había notado al entrar.

—¿Qué es lo que sucede, oficial?

—Es algo extraño de explicar. Es mejor que lo vea por usted mismo —ella comenzó a caminar hacia las escaleras—. Sígame.

Y así lo hice.

Al llegar a la habitación a la que ella me guio, escuché claramente el sonido de las cámaras y los pasos pesados de mis compañeros, en el cuarto de baño.

La maldición de Venus [✔]Where stories live. Discover now