11.- Sospechas falibles

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Después de que rompimos el abrazo, Nolan pareció ligeramente avergonzado, como si hubiese dicho cosas o expresado sentimientos de no debía. Y la verdad era que lo entendía; desahogarte con una persona que apenas conocías no era muchas veces lo más cómodo, sobre todo tratándose de temas tan delicados y confidenciales como esos.

Y no era el único que se sentía así, aunque yo no había revelado nada sobre mí, también me sentía avergonzada por haberlo abrazado. Era una faceta de mí que no me gustaba mostrarle a cualquiera. En ocasiones, ni siquiera a Ezio o Theo.

—¿Quieres que te lleve a casa? —me preguntó después de un largo silencio pero sin mirarme.

Suspiré— Sí.

Arrancó el auto y de inmediato ya estábamos de nuevo en la carretera. En una carretera húmeda y oscura. Me sorprendí al darme cuenta cuan tarde se había hecho. Al parecer fue un día más largo de lo que planeaba y, lamentablemente, aún no terminaba.

Íbamos por la carretera en silencio cuando, de pronto, Nolan detuvo el auto.

Fruncí las cejas— ¿Qué sucede?

Él no respondió así que seguí la trayectoria de su mirada.

La estación de policía.

En el estacionamiento había solamente tres autos: una patrulla, un auto blanco y una camioneta con el nombre de la funeraria del pueblo. También había bastantes personas vestidas de blanco que al parecer eran los encargados de la funeraria y varios policías pero, a pesar de eso, pude reconocer a una de ellas: Chloe.

Pero que sorpresa...

Ella se veía realmente mal. Llevaba su cabello en un moño desordenado, una vestimenta muy desaliñada y a pesar de la distancia pude ver su rostro rojo y llenó de lamento, lo que indicaba que había estaba llorando.

—Es Chloe —susurró Nolan más para sí mismo.

—Sí, ya lo noté. Pero, ¿por qué estamos aquí parados?

—Venus, sacarán un cuerpo. Alguien murió —me dijo casi ofendido.

Tal parecía que no había usado las palabras correctas.

Él no esperó a que yo respondiera, solo bajó del auto rápidamente.

Su preocupación me parecía fuera de lugar considerando que él aún ni siquiera se enteraba de que había pasado o quien había muerto. Quizás tenía algún interés amoroso por Chloe y por eso fue su desesperación.

No creí que fuera prudente bajar del auto, sobre todo por lo que había pasado el viernes y lo que Chloe había visto, pero me ganó la curiosidad así que bajé.

La lluvia aún seguía con bastante fuerza por lo que volví a mojar las partes de mi ropa que ya se habían secado. La verdad era que ya me estaba acostumbrando a llevar más tiempo la ropa mojada que seca.

Sin preocuparme más por eso, seguí caminando hasta quedar a una distancia prudente de ellos. Así de cerca, pude escuchar la conversación que estaban teniendo.

—¿Cómo carajos sucedió? —la voz de Nolan salió quebrada y algo enfadada.

Ya se había enterado.

—Solo la encontraron. Los señores Bailey están hablando con el sheriff ahora mismo. Están revelando los resultados de la autopsia.

—¿Tienen algún sospechoso? —Nolan se pasó las manos por el cabello—. Es que ese estúpido sheriff Fernsby no pude hacer nada bien.

Él se hizo a un lado para comenzar a caminar con desesperación de un lado a otro y fue ahí cuando Chloe me miró. Su rostro llenó de sufrimiento y dolor se tornó frio y molesto. Fue como si estuviera viendo a la culpable de todo lo que estaba sucediendo.

La maldición de Venus [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora