Capitulo 13

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París, Francia 8:30 am.

Danner se había quedado en la habitación de Ethan esperando que los doctores llegarán para la revisión matutina que tenía todos los días, mientras yo me dirigía con los puños apretados al costado de mis caderas específicamente a la salida del hospital para poder alejarme de todo lo que estaba sucediendo en estas últimas semanas. Ag.. para que me miento. Ya me había comenzado a relajar con el tema de Ethan, ya se estaba volviendo algo normal y rutinario estar sintiendo una preocupación interna por él, a cada minuto y a cada segundo mientras yacía inconsciente pero respirando en su cama.

Lo que había hecho retirarme de la habitación echando humos por cada orificio de mi piel había sido específicamente Danner.

Le costó tan solo unos cortos minutos y segundos para ponerme entre la espada y la pared. Entre lo que me decía mi cabeza con lo que rebatia encontra mi corazón. Todo lo que yo había estado evitando pensar para no provocar daños colaterales entre los hermanos Holand como consecuencia de lo que sentía, se fue la misma mierda con las afirmaciones y preguntas estupidas de Danner. Y en especial con lo último que me dijo.

"No te vayas a dar cuenta muy tarde a quien tenías que elegir. Puede que después ya no esté rogandote como un perrito a tus pies."

En simples y cortas palabras, me estaba diciendo que ya no me iba a rogar mas por que sintiera algo por el.

Sinceramente dolía un infierno darte cuenta que una persona no lucharía más por ganarse tu amor, pero lo entendía completamente. Yo igual me cansaria de rogarle amor a alguien que no logra decidirse que sentir por dos personas diferentes.

Pero joder....¡NI SIQUIERA ERA CAPAZ DE ELEGIR QUÉ BRAGA PONERME Y VOY A DECIDIR QUE SIENTO POR LOS DEMONIOS!

Cuando ya me encuentro en el exterior el frío mañanero me recibe gustoso para ir disminuyendo un poco el calor que expulsaba mi cuerpo por el enojo, pero a los segundos que pasan logra calar todos mis huesos sin piedad alguna, en especial los huesos de mis piernas descubiertas gracias a la corta falda que llevo desde ayer. Saco un cigarro de la cajetilla que tengo en mi mano para después guardarla en el bordecillo de mi falda. Me llevo el cigarro a los labios para luego con una mano sostener el encendedor cerca de la punta blanca y con la otra mano libre tratar de cubrir el viento que azota en el encendedor evitando que la ansiosa llama naranja-azulada saliera desde adentro para encender lo único que calmaba mis pensamientos.

Me giro en la dirección opuesta del viento provocando que todo mi pelo sea llevado hacia mi rostro, pero evitando que el viento choque con el fuego, pero aun con eso el encendedor no eleva su maldita llama―Carajo―pronunció con frustración mientras agito el encendedor con una mano que no deja de temblar por la ansiedad de mis pensamientos que no paran de correr de un lado a otro.

"Mi Riesgo" (Segunda Parte, Saga Arriesgarse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora