Capitulo 30 (Parte 1)

729 67 9
                                    


Channel: 

― Te odio por esto―Dije mientras me amarraba el cabello en una coleta bien alta para que no me molestara.

Danner colocó los ojos en blanco mientras se afirmaba en uno de los mangos de la trotadora. 

―Ya te dije, odiame lo que quieras, pero esto fue el acuerdo al que llegamos.

Ahora quien puso los ojos en blanco fui yo al escuchar la mentira más grande de la vida. Termine de pasarme las manos por encima del cabello cerciorándome de que ningún pelito estuviera fuera de lugar. Irónicamente odiaba el cabello en el rostro, a pesar de estar todo el día con él encima. e

―¿Le llamas “acuerdo” --dije haciendo comillas imaginarias en el aire―a que me levantaras a las 5 de la mañana sin previo aviso?―le pregunté mirando directo a sus ojos, mientras me subía a la máquina del demonio―Mi cama estaba calentita.

―Eres una quejumbrosa―se separó de la trotadora y caminó hasta quedar enfrente mío por detrás de esta―Si ya son las―miró su reloj―las 6 de la mañana, ha pasado una hora de tu día.

―¡Una!―grité―¡Me quedan más de 8 horas aun!.

Y ante mi grito, lo único que conseguí fue una sonrisa burlona.

Me afirme encima del tablero en que habían unos botones raros, cerciorándome de no tocar ninguno para no salir volando y me acerque unos metros hacia Danner acortando la distancia mientras un pequeño puchero se asomaba por mis labios―Hora en que me encontraría calentita en mi cama, hecha una bolita...no, me retracto...hechos unas bolitas―dije finalmente.

Dormir con Danner era lo mejor, lo venía haciendo desde hace bastante tiempo y no haberlo hecho estos últimos meses hizo que me diera cuenta que extrañaba sus abrazos nocturnos. Era como si un osito te abrazara.

En vez de haberle afectado mis últimas palabras y haberlo hecho recapacitar, no las tomó en cuenta ―Pues si no trotas una hora, la bolita que moriría en un ataque sorpresa serías tú―dijo con otra sonrisa burlona en su rostro―¿Y porque?, por ser una bola.

Abrí mi boca indignada al escuchar eso, volviendo a dejar distancia con el―¿Me estás llamando gorda?.

Danner se rió y levantó las manos―Interpretalo como tu quieras, ahora trota―ordenó. De la nada apretó un botón e hizo que la trotadora comenzará a funcionar conmigo encima. Como no me encontraba preparada perdí pie, pero logre afirmarme antes de caer.

―¡Idiota!―recupere la estabilidad y comencé a trotar a la velocidad media en que se encontraba funcionando.

―Sere idiota, pero un idiota que te está cuidando―Danner camino unos metros lejos de mi y se coloco en una maquina de pesas. Dejó caer su espalda en una asiento estirado mientras que sus brazos se ubicaron en forma de L. Y así fue como comenzó a subir y bajar una barra con bastante peso a cada lado, dándome un excelente show―Y mientras te cuido, seguiré entrenando yo―hablo con la voz entrecortada por el esfuerzo. 

Mi mirada descaradamente comenzó a recorrer su cuerpo que con el peso que sostenía, la mayor parte de él se contraía provocando que sus venas fueran expuestas de una manera demasiado caliente.

Dios, ¿En qué momento Danner comenzó a estar más maduro?. 

“La pregunta aquí es, ¿Desde cuando ves a Danner como un chico sexy?” 

Qué te pasa, siempre lo he visto así. Seré tonta, pero no ciega y Danner siempre ha estado...sexy.

Al darme cuenta de lo que pasaba por mi mente, negué con la cabeza y me obligue a apartar la vista y dejar de responderle a mi yo interna. Siempre pensaría que era una loca por hablar conmigo misma. Por lo que enfoque mi mirada en una mancha de pintura que se encontraba enfrente mio, aumente la velocidad de la trotadora después de apretar demasiados botones y separe la mente de mi cuerpo.

"Mi Riesgo" (Segunda Parte, Saga Arriesgarse)Where stories live. Discover now