No es un adiós, es un hasta pronto

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   Narra _____.

   Volvía a hacer calor, ya se acercaban nuevamente las vacaciones  de verano, junto con las evaluaciones finales. Tenía a George, Fred y Lee estudiando arduamente. No podía hacer que Fred entendiera como se preparaba la poción para arpías, por más que lo intentaba, no daba resultado, hasta que nos quedamos despiertos toda la noche antes de la prueba, ahí se me ocurrió una manera más interactiva de hacer que comprendiera, lo que dio resultado.

   Al día siguiente, Fred, George y Lee se sacaron una A (aceptable), y yo una S (supera las expectativas).

   -_____ muchas gracias, de verdad sin vos mamá nos habría matado- dijeron Fred y George.

   - Si, muchas gracias sist, eres la mejor- agregó Lee.

   - No fue nada- respondí sonriente- ¿quieren que hagamos una broma más?-.

   - Claro que si- respondió Fred. George y Lee asintieron.

   - Bueno, propongo que los mamuts sufran- dijo Lee.

   - Ma parece bien, pero cómo?- respondió George.

   - Es simple, podemos hacer que se lleven un buen susto encerrandolos en un armario, o algo por el estilo- dijo Fred.

   - Tengo una idea, podemos mandarles una nota diciendo "sabemos lo que se traen entre manos, los esperamos en el tercer piso, a lado del armario a las 10 pm", ustedes los esperarán escondidos con una máscara detrás del pilar, entonces ellos se acercarán al armario y saldrán ustedes de su escondite, yo estaré tensando una soga que ataremos a otro sitio, cosa que cuando retrocedan caigan dentro del armario- expliqué.

   - Yo cierro con llave y nos vamos victoriosos- agregó Fred.

   - Me parece una muy buena idea- dijo Lee.
 
  - Espléndido, _____ eres una excelente bromista- agregó George.
  

   Hicimos todos los preparativos, yo puse la nota frente a ellos cuando miraban hacia otro lado, la leyeron y se miraron sorprendidos. Nos encontramos en el tercer piso, y nos preparamos para la acción. Ellos llegaron, y se fueron acercando cada vez más al armario, entonces yo di la orden y los chicos salieron de su escondite. Se acercaban cada vez más a los mamuts, estos retrocedían, y en el momento justo tensé la soga y ambos cayeron dentro del armario, Fred cerró con llave, y nos dirigimos victoriosos a la sala común.

   - Eso fue fantástico- comentó Lee.

   - Que mala suerte que mañana nos vamos- dije mirando a los gemelos y haciendo puchero.

   - Si... aunque pueden venir a visitarnos cuando quieran- dijo George.

   - Saben que si- nos dijo Fred, pero se detuvo al mirarme, fue un momento en el que cruzamos miradas, quise correr a abrazarlo, pero algo me lo impidió, así que miré para abajo.

   - Bueno, deberíamos ir a empacar, ya es tarde- dijo Lee rompiendo el hielo.

   - Está bien, hasta pronto- saludé, pero se me escapó una lágrima, y antes de que Fred pudiera abrir la boca corrí a mi habitación.

   En toda la noche no pude dormir, no paraba de llorar, vi los ojos de Fred observando los míos, mis ganas de correr a abrazarlo y llenarlo de besos... no podía más, así que me levanté y me senté en la ventana secándome las lágrimas. Miré la luna, y no pude evitar que las lágrimas volvieran a salir, la había pasado tan bien con los gemelos, que no soportaría pasar todas las vacaciones sin ellos, sin las desveladas de estudio con Fred, de verdad me había enamorado... mierda...
  

   Desperté al lado de la ventana, y noté que había llorado toda la noche.

   Me arreglé para ir a desayunar. Al bajar me encontré con Lee, Fred y George, que ya habían bajado.

   - Hola _____- saludó George esbozado ina sonrisa.

   - Mhm- fue mi respuesta, no estaba de humor para despedidas.

   - _____, sobre ayer...- empezó Lee, pero lo interrumpí con una mirada asesina, así que continuó- veo que no quieres hablar de ello-.

   - Sabia elección- dije irónicamente.

   -_____, si nosotros hicimos algo que te molestó...- dijo Fred, pero lo interrumpí, no me había dado cuenta de que era la primera vez que los mellizos te veían en ese estado, - no, está bien, es sólo que los voy a extrañar muchísimo-.

   - Yo a ti- dijo Fred. Me sonrojé y bajé la cabeza.

   - Nosotros a ustedes- lo corrigió George riendo.

   Luego de desayunar salimos a despedirnos, debido a que ya era hora de partir.

   Subimos al tren. George y Lee se sentaron en frente de Fred y yo. Recordé lo bien que lo pasamos y me puse melancólica, una lágrima recorrió mi rostro, Fred lo notó y me dio un abrazo, yo me apoyé en su hombro y dejé que las lágrimas fluyeran, Fred me acariciaba la cabeza, y yo pude sentir su aroma, era tan... él. Permanecemos así un buen rato, hasta que Fred tomó mi mano y me dijo acariciando mi rostro con la otra -esto no es un adiós, es un hasta pronto-, pero no me controlé, entonces volvieron las lágrimas, pero ésta vez se acercaron Lee y George para el abrazo.

   Al fin llegamos a la estación, agarré mis cosas y bajamos. Me despedí de Alicia, le di un abrazo a George, y otro a Fred.

   - Cuídate enana- me dijo Fred al oído.

   - Enana?- pregunté confundida.

   - Tu nuevo apodo, te gusta?-.

   - Jajaja, claro zanahoria- respondí.
   - Es justo- dijo Fred, pero le di un beso en la mejilla. Eso lo sonrojó y me lo devolvió, lo que hizo que yo tomara color.

   - Los voy a extrañar- dije, para luego abrazar a papá y mamá.
  

Sin Límites - Fred Weasley y tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora