Sin Límites - Fred Weasley y tú

Ya verán

Llegué a la Madriguera y vi como todos me miraban ansiosamente.

- Qué?- pregunté saliendo de la chimenea.

- Y...- empezó Ron.

- Qué te pareció tía Muriel?- terminó George.

- Yo... ehh bueno... es... un tanto... especial, pero si me agradó- respondí vacilando. Ron y George estallaron en risas de nuevo.

- Lo lamento- dijo Fred.

- No fue nada, tu tía es un amor en comparación a la mía- respondí.

- Chicos, voy a cocinar- dijo Molly agarrando ollas y sartenes.

- Fred- dije - podemos hablar-.

- Golpe bajo- dijo George. Fred y yo lo fulminamos con la mirada.

Salimos afuera, y le conté lo que Muriel me había dicho.

- Ella siempre pensó que George y yo estamos... descarrilados, que nuestras vidas no son lo que deberían- me explicó bajando la cabeza.

- Quiero que sepas que yo no pienso eso, cada uno puede vivir y disfrutar su vida como guste- le dije mirándolo.

- Gracias enana- respondió- pero hay algo en lo que no se equivoca- lo miré confundida- desde que enteraste en mi vida, sólo has hecho maravillas conmigo, eres lo mejor que me ha pasado-.

- Fred- dije abrazandolo mientras se me caía una lágrima- vos también sos lo mejor que tengo-. Luego de eso nos dimos un muy largo beso.

Después del almuerzo subí a escribirle una carta a Lee.

        Querido Lee
Cómo estás?, conocí a la famosa tía Muriel, pero no se compara con nuestra tía...
No sabes cuanto te extraño, y espero que podamos arreglar para juntarnos muy pronto.
Espero que las cosas entre Hayley y tu estén bien, Fred y yo estamos de maravillas, al igual que todos los Weasley.
Te quiere
Sist

- Llevasela a Lee- dije a Andy. Ella salió volando, y se perdió en la inmensidad del cielo de verano.

- _____, puedo pasar?- preguntó George.

- Claro George, pasa- respondí guardando la pluma.

- Soy Fred- dijo entrando.

- No lo creo George- dije riendo.

- Porqué estás tan segura?- preguntó sacando una remera del placard.

- Los conozco desde primer año, además, crees que no diferencio la voz de mi novio?-.

- Buen punto _____-.

- Pero yo- dijo alguien entrando- soy George-.

- Hola amor- dije parandome para darle un beso.

- Pero si soy George- dijo cuando nuestros labios se separaron.

- No lo creo- dije dándole otro beso. George rió.

- _____, mañana viene Alicia- dijo George.

- En serio?- pregunté asombrada.

- Si- respondió.

- El galán la va a presentar- dijo Fred.

- Claro, porque mañana vienen Charlie y Bill- dije recordando.

- Así es, y espero que ustedes dos se comporten- dijo ceñudo.

- Claro, _____ verdad que nos vamos a comportar?- preguntó Fred irónicamente.

- Si, vamos a ser como dos árboles que sólo se mueven para comer- dije en el mismo tono.

- Así es, sólo dos sauces boxeadores- dijo Fred, también irónicamente, y yo reí.

- No se toman nada en serio ustedes dos- dijo George saliendo del cuarto.

- Parece que lo auyentamos- dijo Fred.

- Al parecer si- dije besandolo, pero entró Ron.

- Chicos tienen idea...- empezó, pero al ver que nos había interrumpido agregó- lo...lo siento-.

- Espera Ron, no te vallas- dije llamándolo- que querías?-.

- Saben como prender esto?- dijo entregandome un muy raro objeto.

- No tengo idea de que es- dije dándoselo a Fred.

- Yo menos- dijo, y se lo dio a Ron.

- Gracias lo mismo- dijo abriendo la puerta para irse.

El día transcurrió bastante bien, almorzamos, jugamos al Quiditch, nos bañamos y cenamos.

- Buenos días dormilona- me dijo una voz desconocida. Al instante me desperté y observé a Alicia que me miraba. No perdí ni un segundo y me paré a abrazarla.

- Alicia!, ya llegaste- dije sin soltarla.

- Si, hace unos minutos- respondió, y nos soltamos.

- Te van a caer bien- dije, conocía a mi mejor amiga, y sabía que estaba nerviosa.

- De veras?- preguntó sentándose en la cama.

- Claro!, no te preocupes, son todos un amor- le dije tranquilizandola.

- Está bien-. Bajamos a desayunar, y nos encontramos con la mitad de los Weasley.

- Dónde están los gemelos y Ron?- pregunté a Molly.

- No lo sé, salieron después de abrirle la puerta a Alicia- respondió Molly.

- Okey, gracias- dije saliendo.

- No vas a desayunar?- preguntó.

- Ya regresamos- respondí.

Salimos al jardín, pero los chicos no estaban en ningún lado, hasta que se me ocurrió ir a buscarlos a la cascada.

- Qué hacen?- pregunté al verlos a todos muy juntitos hablando. Todos se asustaron al oír mi voz.

- Ehh... nada- se apresuró a decir Ron.

- A mi no me engañan, tarde o temprano lo voy a descubrir- dije- pero ahora a divertirnos-.

- _____, vallamos a buscar las bikinis- me dijo Alicia. Nos giramos para caminar a la casa, pero sentimos que alguien nos levantaba como bolsas de papa.

- Qué haces Fred!?- pregunté asustada.

- No, George, no!- decía Alicia.

- Ustedes no se van- empezó Fred.

- A ningún lado- terminó George.

- No, chicos, porfavor- dije, pero ya era demasiado tarde.

- Aaaaaa!- gritamos Alicia y yo al volar y caer sobre el agua. Fred y George se mataban de risa.

- Ya verán- dijimos Alicia y yo al mismo tiempo.

- Ah si?- dijeron los dos, luego se sacaron la camiseta y se tiraron. Vi como Alicia se sonrojada al ver a George, y me di cuenta que nunca lo había visto así.

- Te queda bien el color rojo- le dije al oído.

- Calla- me dijo tirandome agua.

- Parece que alguien se puso roja- dijo Fred mirando a Alicia, eso hizo que se sonrojara aún más.

- Sigo aquí- dijo Ron sentado en una roca. Todos nos miramos, y le empezamos a tirar agua.

- Noooo, bast..agag- dijo Ron, pero ya había tragado agua.

- Será mejor que volvamos- dije - Molly se va a preocupar-.

Salimos, y yo tenía la remera de Fred que usaba como pijama, que al estirarse por el agua, me quedaba de camisón.

- Toma- dijo Fred extendiendome su remera seca. George hizo lo mismo con Alicia. Los chicos se dieron vuelta para que nos pusiéramos las remeras.

- Listo- dije, y caminamos todos juntos a la casa.