Sin Límites - Fred Weasley y tú

Marcando territorio

- Dónde están Percy, Bill y Charlie?- preguntó Ron con voz de ultratumba.

- Ellos pueden aparecerse- le recordó la señora Weasley.

- En resumidas cuentas, siguen en la cama- acotó Fred de mal humor.

- Bien, ya es hora de que se vayan- dijo Molly despidiéndose- tengan cuidado, pero sobre todo no se metan en líos-. Miró a los gemelos.

- Adiós querida- saludó Arthur, y emprendimos la caminata.

Cuando ya llevábamos media hora Ron preguntó- acaso vamos a caminar hasta el campamento?-.

- No seas llorón- dijeron Fred y George al unísono.

- Solo hasta el traslador- respondió el señor Weasley.

- Traslador?- repitió Harry confundido.

- Un objeto que te permite trasladarte a donde sea con solo tocarlo, por ejemplo de tu casa al trabajo, o en este caso de no se donde al campamento- dijo Herms.

- Y qué tipo de objetos son?-.

- Cosas fáciles de ocultar, botellas, prendas de ropa, basura, puede ser cualquier cosa-.

Seguimos caminando por lo menos otras dos horas más.

En el camino Fred me tomó de la mano y caminamos juntos hasta que el señor Weasley nos indicó que debíamos parar.

- Ahora debemos buscarlo- dijo mirando a su alrededor, pero alguien apreció.

- Arthur! Arthur! aquí lo tenemos- anunció una figura irreconocible.

- Amos!- respondió el aludido sonriendo mientras se acercaba a las dos siluetas altas.

No podía diferenciarlos debido al sol, por lo que la intriga me hizo acercarme y encontrarme con nadie más y nadie menos que mi ex, Cesric Diggory.

- Este es Amos Diggory, trabaja para el departamento de control y regulación de criaturas mágicas, y creo que ya conocen a su hijo Cedric-.

- Hola- saludó Cedric mirándonos a todos, pero su mirada se detuvo unos instantes en mi, y luego siguió su camino.

Fred me apretó la mano como "marcando territorio", lo que me dio un poco de gracia, y con el rabillo del ojo pude ver que miraba con frialdad a Cedric, no sé si por el hecho de que nos habían ganado el año anterior un partido injustamente o porque era mi ex. George lo miraba igual.

Amos y Arthur se pusieron a hablar animadamente, pero no presté atención, hasta que nombraron a Harry.

-... Cedric me habló de ti, por supuesto- comenzó Amos- nos contó del partido contra tu equipo el año pasado, le dije esto se lo contarás a tus nietos... les contarás que venciste a Harry Potter!-.

Cedric se puso incómodo, y los gemelos y yo fruncimos el entrecejo. Al pobre Harry no se le ocurrió que contestar.

- Harry se cayó de la escoba papá- masculló- fue un accidente-.

- Pero tú no, no es así? Tan modesto mi Ced, siempre tan caballeroso. Es simple, uno se cae y el otro permanece, ganó el mejor, y apuesto a que Harry piensa igual-.

Okey, este viejo estaba a punto de conocerme de verdad. Fred notó mi impulso y volvió a apretarme la mano.

- Ya debe ser casi la hora- anunció Arthur cambiando rápidamente de tema- sabes si esperamos a alguien más Amos?-.

- Los Lovegood están allá hace como dos semanas y los Fawcett no consiguieron las entradas, no hay ninguno más en esta zona-.

- No que yo sepa, queda un minuto, será mejor que nos preparemos-.

Nos ubicamos alrededor de una bota vieja.

- Solo basta con tocarla-.

Todos nos agachamos con dificultad debido a la cantidad de bolsos y mochilas, y tocamos la bota.

Todo comenzó a girar a nuestro alredeor, sentí que estaba sumergida en el centro de una especie de remolimo mágico.

- Uno... dos... tres!- anunció Arthur- y de alguna forma, salimos de aquel sinuosos remolino; sentía como si me despegaran los pies de la tierra y me clavaran justo sobre una superficie lisa, a excepción del pasto, claro.

Lo que pasó a continuación fue muy gracioso, Ron perdió el equilibrio y cayó encima de Harry, quien empujó a Fred, que me terminó tirando a mi también porque seguíamos tomados de la mano, y yo por agarrarme de algo tomé el brazo de George, pero cayó conmigo, empujando a Ginny y Hermione. Domino humano.

Amos, Cedric y Arthur rieron ante la situación. Cedric se acercó y me dio la mano.

- Te encuentras bien?- me preguntó reprimiendo la risa. Me había agarrado con la guardia baja, así que su acción me sorprendió un poco.

- Yo..eh si, gracias- dije, mientras Fred refunfuñaba y lo miraba con cara de pocos amigos.

Luego nos acercamos a un muggle que se encargaba de  la acomodación del campamento, pero desgraciadamente el señor Weasley tuvo que hacerle un obliviate. Nos separamos de los Diggory, fuimos directo a nuestro lugar y armamos la carpa al estilo muggle. Todos nos mirábamos asustados al  ver el tamaño de la carpa.

Al terminar el señor Weasley nos animó  a pasar. "La magia es sensacional" pensé al ver lo enorme que era aquella carpa por dentro.

Lo primero que hicieron los gemelos fue sentarse en unas sillas y subir los pies a la mesa.

- Ron fuera de la cocina!- lo reprimió Arthur.

- Ron fuera de la cocina- lo imitaron Fred y George.

- Bajen los pies de la mesa!- dijo dirigiéndose a los gemelos.

- Bajen los pies de la mesa- imitaron, e hicieron ademán de bajarlos, pero al instante los volvieron a subir. Los miré y revoleé los ojos mientras me acercaba.

- Listos para...- dije mientras buscaba un término adecuado para no decir apostar- invertir nuestros ahorros?-.

- Nací listo- respondió George.

- Vamos a tener que salir a pescar algunas oportunidades por ahí- dijo Fred, luego tomó mi mano y la besó, pero en un rápido movimiento tiró de ella y me dejó sentada sobre su regazo  - Ya pesqué la primera-.

- Maravillosa jugada, pero deberías estar más alerta- comenté y le mostré los galeones de su bolsillo que ahora se encontraban en mi mano.

- Eso no es just...- se quejó, pero lo interrumpí con un beso.

- Son un caso perdido- agregó George negando con la cabeza.

- Aprovechamos oportunidades- dije, y reímos.

Harry, Ron y Hermione salieron a buscar agua, pero se demoraron bastante, regresaron minutos antes de la llegada de Percy, Bill y Charlie.

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Todavía no puedo creer que ya sean 50k!!

Gracias a todos por su apoyo y por hacerlo posible, les juro que cuando empecé la obra no me creía capaz de sobrepasar las 100 lecturas, y todavía no me lo creo.

Gracias!!

Los quiere,

Canuto