Sólo una estúpida pregunta

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Me quedé haciendo tiempo, leyendo el libro que Hermione me había regalado para Navidad, "Los juegos del hambre", hasta que se hizo la hora, y bajé a la sala común, donde los chicos me esperaban.

- Traes las cosas?- me preguntó George.

- Si, ustedes?- respondí, y ambos asintieron.

Subimos a la habitación de Alicia y Angelina, entramos sin necesidad de magia, y nos pusimos manos a la obra.

Puse mucha miel sobre el pelo enmarañado de Angelina, mientras que los chicos se encargaban de llenar bombuchas con aceite.

Luego pasé a Alicia, llené su cabello de crema para afeitar, y le escribí "bitch" con felpon permanente en la frente.

Disfrutaba demasiado ese momento, verlas dormir tan tranquilas, profundamente, mientras nosotros nos encargabamos de hacer destrozos al rededor de ellas... se iban a llevar una buena sorpresa.

Después pusimos en dos baldes las bombuchas, y los atamos a un hilo al lado de la cama de cada una, cosa que al levantarse, las bombuchas cayeran sobre sus cabezas.

Mientras que los chicos ponían más miel y crema sobre ellas, me encargué de vaciar sus shampoos, y llenarlos de tintura Weasley.

Terminamos con eso, y esparcimos el hilo por todo el cuarto, hasta que llegamos a la puerta, donde pusimos un balde con crema, miel y aceite, que caería sobre el que la abriera.

Al salir, los tres chocamos los cinco.

- Buen trabajo chicos- dije cuando bajamos a la sala común.

- De nuestras mejores bromas- agregó George.

- Estoy de acuerdo- dijo Fred.

- Ya quiero ver sus caras- dije, y estallamos en risas.

La venganza se sentía bastante bien.

Luego de reírnos un rato, subimos a dormir.

Desperté, me cambié, y bajé a la sala común, donde me encontré con los gemelos. Nos disponíamos a bajar, cuando escuchamos un grito muy agudo proveniente del cuarto de las chicas. Todos los precentes se sobresaltaron.

- Deben estar muy enojadas- comenté, y bajamos.

Al rato llegaron las chicas hechas una bola de humo, acercándose a nosotros. Todos los que estaban en el gran comedor, no sabían si reír, o temer por sus vidas, ya que se veían muy enojadas.

- Ahí vienen- murmuré, y los gemelos hicieron como si nada, reprimiendo la risa al verlas.

- USTEDES!- nos gritó Angelina, se notaba que estaba muy muy enfadada.

- CÓMO SE LES OCURRE!?- dijo Alicia.

- El qué?- pregunté haciéndome la inocente, y reprimiendo la risa.

- NO SE HAGAN LOS INOCENTES- gritó Angelina.

- SABEMOS MUY BIEN QUE FURTON USTEDES- agregó Alicia a los gritos.

- Nosotros no hicimos nada malo- dijo George.

- Acaso la justicia es mala?- preguntó Fred.

- USTEDES... AAAA- dijo Angelina histérica, no le salían palabras para expresar su enojo.

- Señorita Spinnet, señorita Johnson, me puedes decir qué está pasando?- preguntó una voz a nuestras espaldas, nos dimos la vuelta, y vimos a Mc Gonagall acercándose.

- Ellos- dijo Alicia señalandonos a Fred y a mi.

- Los dos a mi oficina- dijo la profesora, George iba a pararse también, pero lo agarré del brazo y le susurré que no. Seguimos sus instrucciones sin replicar- pueden ir a bañarse señoritas-. No pude evitar sonreír, la broma aún no terminaba.

Sin Límites - Fred Weasley y tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora