Muggle

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Mientras me arreglaba para la segunda clase, pensé en Lee, en como la estaría pasando en Ilvermorny, y en como lo necesitaba en ese momento.

A Lee lo habían aceptado para ir de intercambio a estudiar en Estados Unidos. Unas semanas después de Navidad fue su partida.

Tenía ganas de contarle sobre lo que había estado pasando, pero para qué asustarlo más de lo que ya estaba, luego de ver en el Profeta que Sirius Black había sido visto en Hogsmeade, me había atiborrado a cartas, cada semana quería saber como me encontraba, y me pedía por favor que me cuidara y no me metiera en problemas. También me contó sobre una chica, su nombre era Emma Goldstein, un año menor, no pude evitar sentir una punzada de celos, pero si Lee era feliz yo también.

Katie y yo fuimos a Transformaciones lo más rápido que pudimos, mientras Hermione corría a Artimacia.

Por suerte llegamos y el resto aún no había entrado, así que nos mezclamos con ellos.

- A dónde se habían metido?- me preguntó George algo preocupado.

- Larga historia- le respondí.

- Katie, me cambias de lugar sólo por esta vez?- le preguntó, y ella se fue a sentar con Fred.

- Pues tenemos tiempo- dijo, y nos sentamos en el último banco de la fila más alejada de la profesora.

Mediante susurros, y a pesar de sus interrupciones, le expliqué todo lo que había pasado.

- Osea que viajaste en el tiempo y descubriste que Tom le puso Amortentia a tu vaso de jugo de calabaza- resumió George, y asentí- vaya-.

Me moría por preguntar por Fred, pero eso significaría que lo perdonaba, y aún no estaba dispuesta a tomar ninguna decisión.

- Te mueres por preguntar por Fred- comentó.

- Cómo lo sabes?- pregunté sorprendida.

- Lo veo en tus ojos- respondió despreocupado- y de hecho está confundido y arrepentido-.

- Oh- me limité a decir.

- Vamos _____, no vas a perdonarlo?-.

- Él no me pidió disculpas aún- le recordé.

- De hecho lo intentó esta mañana, pero lo interrumpiste antes de que pudiera terminar la oración- me recordó, y arqueé una ceja- esta bien, pero si te lo pidera, lo perdonarías?- preguntó.

- Yo... tal vez, no lo sé- respondí confundida otra vez- no hablemos de él- dije cambiando de tema- voy a vengarme de Tom y Draco-.

- Cuenta conmigo- dijo- y con Fred- iba a replicar, cuando agregó- sabes que es un trabajo de tres-.

Suspiré, y me rendí, en el fondo sabía que tenía razón- Bien-.

- Hecho, esta noche en la sala común a las doce-.

- Señorita Jordan, usted sabe la respuesta?- preguntó Mc Gonagall.

La miré confundida, y mi pelo se tornó rosa chicle al darme cuenta de que todos me miraban

- Me puede repetir la pregunta?- le pedí casi en un susurro.

- Cómo se hace para saber si una persona es animaga o licantropa?- repitió.

Estaba salvada, a esa si la sabía.

Respondí correctamente, por lo que me dieron cinco puntos para Gryffindor.

- A veces me pregunto por qué no quedaste en Ravenclaw- comentó George, y le pegué un mini codazo.

- Porque probablemente no me habría hecho tan amiga de ustedes, y Hogwarts no sería tan divertido como lo es ahora- respondí, y ambos reímos por lo bajo.

Fred no se presentó a ninguna clase de la tarde.

- Tienes idea dónde está Fred?- me preguntó George cuando entramos a pociones.

- Nidea, pensé que tú sabrías- dije algo preocupada, pero lo disimulé muy bien.

- Pues no lo sé, no suele faltar así de la nada, menos sólo, siempre faltan juntos-.

- Veo que el otro pelirrojo no los acompaña- dijo Snape acercándose- tienen idea a donde está?-.

- No señor- respondimos al unísono.

- Cinco puntos menos para Gryffindor- sentenció injustamente.

- Pero...- comencé.

- Va a quejarse? Cinco menos- me interrumpió, y se fue de vuelta a su escritorio.

- No te enojes, es sólo Snape- me dijo George al oído- no es tu culpa-.

- Juro que algún día...- comencé, y se me prendió el foco- una broma, si, eso es lo que se merece-.

- Pues esta en la lista de espera, los primeros son Tom y Draco- me recordó.

- Claro, lo había olvidado-.

- Recuerda, esta noche...-.

- A las doce en la sala común, lo sé-.

- Por si acaso-.

Fred no acudió a clases en toda la tarde, no puedo negar que me preocupé, pero bueno, lo entendía, necesitaba su espacio para pensar, al igual que yo, pero no quería atrasarme con los deberes, ya demasiado teníamos con los TIMO, no quería seguir sumando a la lista.

Debíamos hacer una redacción de pociones, otra de transformaciones, y anotar nuestros sueños de adivinación otra vez, empezaba a odiar los fines de semana porque era cuando más tarea teníamos.

Esa noche Katie tenía una cita con Wood, así que Hermione y yo la ayudamos a prepararse.

Cuando se fue, Hermione preguntó- cómo van? Digo tu y Fred-.

- Aún no lo sé, todavía no hemos hablado, y faltó a todas las clases de la tarde- respondí después de un suspiro.

El reloj marcó las doce.

- Me gustaría seguir charlando, pero debo reunirme con alguien, lo siento- me disculpé.

- Fred?- preguntó esperanzada.

- Y George- agregué.

- Claro, la venganza- dijo- no hay problema, voy a leer la historia de Hogwarts-.

- Otra vez? Pero si la leíste como ochocientas veces!-.

- Tú leíste Crepúsculo muchas veces más- me recordó, y reí.

- Tienes razón, cuando se trata de nuestros libros favoritos no hay quien nos detenga-.

- Exacto-.

- Bueno, nos vemos en un rato- me despedí mientras ella sacaba su ejemplar de la historia de Hogwarts, y bajé a la sala común donde los chicos ya me esperaban.

- Bueno, qué tienes en mente?- me preguntó George.

- Bombas de olor y humo, cabellos de colores, divertillas, una mezcla de todo- respondí.

- Buena idea- dijo George, y Fred se limitó a asentir- para eso vamos a tener que entrar en su sala común-.

- Alguno sabe la contraseña?- pregunté- de lo contrario vamos a tener que buscar otra forma-.

- Hoy escuché a Pansy quejándose de que la nueva contraseña fuera muggle- dijo Fred abriendo la boca por primera vez.

- Te refieres a una palabra muggle, o...- comenzó George.

- No no, dice que la contraseña es la palabra muggle- lo corregí.

- Claro- asintió Fred.

- Entonces vamos a tener que actuar rápido antes de que la cambien- dijo George.

- Así es, pero no por eso va a ser menos... problemática- dije con una sonrisa malévola.

- Lo sabemos- dijo Fred, y los tres reímos, pero nuestras miradas se cruzaron, y ambos nos quedamos petrificados con la mirada clavada en la del otro...

Sin Límites - Fred Weasley y tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora