Pagarás...

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Me recosté sobre la cama con Fred, no paraba de pensar en todo lo que acababa de ocurrir, aún no se me pasaba el shock...el susto, eran demasiadas cosas para digerir de una sola vez, hasta que ya no pude más, el cansancio me venció, y me quedé profundamente dormida con Fred acariciando mi cabello.

Soñé que en lugar de Fletcher, era Fred el que me pegaba, y trataba de abrir mi camisa, pero a él no podía lastimarlo, así que al final no lograba transformarme en una leona... desperté tiritando con un sudor frío que recorría todo mi cuerpo, y me provocaba escalofríos, pude ver que Fred se hallaba acostado a mi lado; tomé su mano, y me tranquilicé, al menos un poco, pero no pude volver a dormirme.

Esperé a que Fred despertara para acariciar su rostro.

- Buenas noches bonito- lo saludé. Estábamos a escasos centímetros de distancia, nos mirábamos a los ojos aun acostados, él seguía con su mano en mi cintura, y yo no podía evitar oler su perfume, y a pesar de que eso me tranquilizaba, no lograba hacerlo del todo.

Fred me besó, y dijo- me gustaría que este momento fuera para siempre-.

- Tienes razón-. Había algo en sus hermosos ojos color miel que me derretía, eran como un arma contra mi, porque con el sólo hecho de verlos brillar frente a los míos, conseguía lo que quería ¿cómo decirles que no?, además lograban hacerme feliz de una forma sobrehumana, pero un recuerdo cruzó mi mente como una estrella fugaz, y nuevamente me vi envuelta en lo que parecía ser un valle de miedo, plagado de tristeza y malos recuerdos. Otra vez el escalofrío recorrió mi cuerpo, y me estremecí.

- Estás bien?- me preguntó Fred.

- S-si- dije, y por un momento olvidé que debía concentrarme en tapar mis heridas, pero para cuando me di cuenta, ya era demasiado tarde: Fred las había visto.

- Qué te pasó?- preguntó serio sentándose.

- Nada- respondí sin pensarlo.

- Eso no es nada- dijo señalando el moratón debajo de mi ojo- luego hablaremos de porqué lo escondías, pero por favor dime qué te pasó-.

- Pero promete que no harás ninguna estupidez-.

- Yo...- comenzó, pero lo miré suplicante, y agregó- está bien, lo prometo-.

- Gracias- dije y tomé su mano- al separarnos, cuando salimos de la torre de astronomía, escuché un ruido, me di la vuelta pero no había nada, así que seguí, y unos segundos después, dos personas me agarraron por atrás, antes de que pudiera abrir la boca para lanzarles algún encantamiento, me cerraron la boca con un hechizo, y me llevaron de vuelta a la torre de astronomía, donde me sentaron en el piso, y pude ver de quienes se trataba: Fletcher y los mamuts- expliqué, pero ahora venía la peor parte, y el sólo hecho de pensar en ello, me provocaba escalofríos.

Agarré más fuerte la mano de Fred y continúe- Fletcher se burló de lo indefensa que estaba, y uno de los mamuts soltó mi brazo, aproveché el momento para pegarle una piña en la nariz, la cual comenzó a sangrar, luego me ataron a un costado, y Fletcher me dijo que quería vengarse por lo sucedido aquella noche, no pude evitar hacer una pequeña sonrisa, y me pegó una cachetada- Fred estaba hecho una furia, sabía que no iba a cumplir nuestro trato, pero antes de hacer alguna tontería, me dejó terminar- luego se acercó, y me espetó que ustedes no iban a poder salvarme, lo que me enfureció de sobremanera, esa había sido la gota que colmó el vaso, así que volví a tratar de soltarme, e hice tanta fuerza, que con una fuerza sobrehumana, logré tirar a los mamuts al piso, pero antes de que pudiera hacer algo, Fletcher volvió a atarme- a este punto, Fred escuchaba atentamente, como si se tratara de vida o muerte.

La parte de la historia que seguía, no podía siquiera pronunciarla, sinceramente me daba un poco de vergüenza admitirlo, pero cerré los ojos, y continúe- Fred, trató de violarme- esas palabras lograron hacer que algunas lágrimas se escaparan, y Fred me abrazó.

- Tranquila bonita, aquí estoy- dijo acariciando mi cabello.

- Pero no se lo permití- agregué haciendo sonar mi voz lo más normal posible, y mirandolo otra vez a los ojos- recordé que soy una metamorfomaga, así que me concentré en transformarme en una leona, cuando lo conseguí, me solté de las cuerdas, y con un rugido logré hacer que huyeran-.

- Esa es la leona valiente que conozco- dijo, y volví a abrazarlo- con respecto al trato, no creo ser capaz de cumplirlo, ese idiota estúpido no saldrá ileso de ésta-.

- Sabía que ibas a decir eso, sólo... cuídate, si? probablemente te esté esperando-.

- Lo haré, aunque sería una tarea mucho más fácil de a dos, pero te respeto si decides no contarle a Grorge-.

- Díselo tú, no soportaría volver a contar la historia-.

- Está bien- dijo y me agarró suavemente el mentón- segura que estás bien?-.

- Segura- dije, aunque a decir verdad, me dolían considerablemente las muñecas, y sentía el ojo muy hinchado.

Narra Fred.

Sabía que _____ mentía, tenía el ojo muy hinchado, y sus muñecas no se veían para nada bien.

- Esperas que me lo crea?- le pregunté arqueando una ceja.

- A decir verdad, no- respondió esbozado una débil sonrisa.

- Voy a buscar algo para curarte, ya vengo- dije, pero antes de que me levantara, _____ me agarró del brazo.

- Quédate, por favor, luego voy a curarme, pero no me dejes- me pidió con ojos suplicantes, y ¿cómo decirle que no?.

- Haré lo que gustes, soy su fiel vasallo, y he de servir a mi ama hasta...- comencé, pero me calló de un beso, era impresionante su habilidad para hacerlo.

Luego de eso, volvimos a quedarnos dormidos.

Desperté, y pude ver que _____ aún no despertaba, así que me quedé un buen rato acostado, acariciando su cabello, y observando su belleza.

- Buen día bonita- la saludé cuando despertó.

- Hola amor- dijo antes de besarme.

- Te dejo para que te cambies, voy a hacer lo mismo a mi habitación- le dije, pero mi verdadera intención, era ir a contarle a George todo lo que había pasado, así hacíamos papilla a Fletcher de una vez por todas.

- Está bien- dijo, nos dimos un beso corto, y caminé a mi habitación.

- George- dije moviendolo para despertarlo- despierta, vamos-.

- Qué quieres?- me espetó.

- Debemos acabar con Fletcher de una vez por todas- dije, y eso pareció despertarlo más que yo, se sentó en la cama y, a pesar de la cara de dormido que tenía, escuchó atentamente la explicación.

- Con _____ nadie se mete y sale ileso- comentó cuando terminé- ese gilipollas sabrá lo que es bueno-.

- Vamos al gran comedor a esperarlo, no puede vivir son comer- dije, y bajamos.

La sangre me hervía, era una sensación de furia que jamás había experimentado: sentir que la sangre hierve en tu interior, y necesitar hacer algo al respecto sin importar las consecuencias.

Fletcher no iba a salirse con la suya...

No tuvimos que buscarlo mucho, ya que lo encontramos saliendo del gran comedor, con los mamuts a su espalda.

- Serpiente asquerosa- le espeté cuando nos acercamos, e hizo una sonrisa medio de suficiencia, medio de odio.

- Valla valla Weasleys, los estaba esperando, sólo que me sorprende que se tardaran tanto- respondió con la voz petulante de siempre- pensaba que esa traidora iba a correr a contarles-.

- Pagarás por lo que hiciste idiota- dijo George.

- Que miedo me dan, a que _____ lo disfrutó, mucho más de lo que disfruta de tu compañía- esta vez se dirigía a mi, no aguanté más, y me lancé sobre él, pero uno de los mamuts se me metió en medio, y no me dejó avanzar. George trató de hacer lo mismo, pero consiguió que el otro mamut se abalanzara sobre él.

- Lo arreglemos como hombres- dije con odio en mi voz.

- Está bien Weasley, tres contra dos, que sensato- dijo Fletcher con la misma sonrisa de hace un rato...

Sin Límites - Fred Weasley y tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora