Respuestas

3.7K 214 335
                                    

Desperté, y recordé la hermosa noche que había pasado, lo que me llenó de energía y alegría, cosa poco común en mi por las mañanas.

- _____, ¿estás bien?- me preguntó Katie cuando me levanté.

- Si, ¿por qué?- pregunté a modo de respuesta.

- Sueles estar de muy mal humor cuando despiertas- explicó Hermione.

- Hoy es diferente-.

- Por qué?- preguntaron ambas, pero no podía decirles lo que había pasado la noche anterior.

- No lo sé... simplemente me siento bien-.

- Definitivamente te pasa algo- dijo Hermione.

- Quién eres y qué hiciste con nuestra amiga- agregó Katie.

- Ya chicas, estoy bien- dije, y bajé a desayunar, pero claro, tenía que encontrarme por el pasillo con el rubio platinado que tenía como primo.

- Veo que tu pelo ya mejoró- le dije.

- Por culpa tuya y de los traidores estuve como diez horas con el pelo peor que un payaso- se quejó.

- No exageres, apenas si fueron cuatro horas, nada a comparación a lo que en realidad me habría gustado hacerte- respondí en tono malicioso.

- Por suerte papá se enteró, y está indignado con su conducta tan... infantil, dijo que lo hablaría con el Consejo para tomar las medidas... necesarias contra esos pelirrojos pobres- dijo Malfoy, lo que logró que mi pelo se toenara rojo fuego.

- Primero que nada, también soy culpable, y segundo, ¿acaso no puedes vivir sin contarle todo a tu papi? Eres un estúpido buchon, siempre esperas que él solucione tus problemas, sólo porque no tienes las agallas necesarias para hacerle frente a lo que te pasa, ¿nos tienes miedo?, de ser así, es una decisión muy inteligente, porque no te conviene tenernos como enemigos, lástima que compraste todos los números- terminé, y seguí mi camino envuelta en una nube de enojo que se veía a kilómetros.

- Buen día hermosa- me saludó Fred cuando me senté- pero qué te pasó?- agregó al ver la nube de enojo.

- El platinado estúpido que tengo como primo- dije enojada.

- No le hagas caso- dijo George- es un nene de papá-.

- Le dije eso y más, lo dejé bien calladito-.

- Esa es mi novia- agregó Fred, y nos besamos, lo que hizo que recobrara la felicidad que tenía al despertar.

- Ahora tenemos adivinación- nos recordó George- anoche volvieron muy tarde, espero que Trelawney no logre adivinar lo que hicieron-.

- Usando su ojo interior- comenté.

- Para ver más allá- agregó Fred, y los tres rompimos en risas.

- Esa mujer está loca, loca de remate- dije sin parar de reír.

La clase de adivinación no fue nada interesante, algunos augurios de muerte, y más bolas de cristal, además de la tenue luz, y del típico olor, que extienden sus persuasivos brazos para sumirte en el más profundo sueño, que esa vez logró atraparme.

La voz rebosante de la profesora cerca me despertó.

- Oohh, lo veo, lo veo, pobre mi niña- le dijo a la bola de cristal que tenía yo de mi compañera de mesa Hufflepuf, Olivia Rogers.

- Puedo ver la tuya?- me preguntó, y asentí, entonces se acercó a Olivia.

- Veo libertad, un corazón salvaje que anhela ser desencarcelado, pero hay alguien que quieres que te acompañe... lo lograrás querida, ten fe- dijo, era la primera vez que escuchaba a Trelawney decir algo coherente.

Sin Límites - Fred Weasley y tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora