Sin Límites - Fred Weasley y tú

Viaje en el tiempo

- Claro! Que buena idea- dije, ella me había contado de él hace tiempo, pero no le había dado importancia.

- El gira qué?- preguntó Katie.

- Giratiempos, como una máquina del tiempo- expliqué.

- Wow- se limitó a decir.

- Vamos?- preguntó Hermione.

- Vamos- asentí.

- Recuerda que no debemos ser vistas- me recordó, y luego pasó el collar por ambos cuellos, dejando a Katie petrificada por el show que acabábamos de montar...

De la nada las cosas a nuestro alrededor comenzaron a girar y cambiar de lugar.

No nos movimos ni un milímetro, estábamos exactamente en la misma posición pero a diferente hora.

- Listo- dijo Hermione sacándome la cadena del giratiempos de la cabeza, y bajamos con sigilo las escaleras para ir a buscar la capa de invisibilidad de Harry.

Eran las 8:30 pm, milagrosamente no había nadie en la sala común, además de Fred y yo, por lo que nuestro trayecto al gran comedor fue más fácil, sin mencionar que tuvimos que escabullirnos de Peeves sólo por precaución, la capa nos volvía invisibles, no inaudibles.

Al fin llegamos, caminamos pegadas a la pared hasta que le indiqué a Hermione que de ahí se podía ver el lugar en el que me había sentado.

No pasaron ni cinco minutos antes de que Tom se acercara y vertiera algo en mi jugo.

- Fue él- murmuré, y Hermione asintió entrecerrando los ojos.

- Las pagará- agregué, pero Hermione me agarró del brazo impidiendo que fuera tras él.

- Recuerda que no deberíamos estar aquí- dijo.

- Perdón, lo olvidé- me disculpé.

Cuando Tom volvió a su mesa, chocó los cinco con Draco, obviamente lo había ayudado.

Nos quedamos ahí inmóviles hasta que el último estudiante se fue.

- Y si vamos a Honeydukes?- propuse ignorando el hecho de que Hermione no supiera de los pasadizos.

- A Honeydukes?- preguntó confundida.

- Cierto que no lo sabes, hay un pasadizo que lleva a Honeydukes- expliqué.

- Aquí? En el castillo?-.

- Si, vamos- dije tomando su mano, y me siguió sin protestar, lo que me sorprendió, ella solía seguir las reglas al pie de la letra, probablemente estaba tan hambrienta como yo.

Cuando llegamos a Honeydukes, nos fijamos que no hubiera nadie, y comenzamos a comer de todo lo que había.

- Esto no es robar?- preguntó Hermione abriendo una rana de chocolate.

Nunca lo había visto de esa forma, así que respondí- es más como tomar prestado-.

- Le voy a dejar algo de dinero- dijo con remordimiento.

- Está bien- respondí y lo pensé- yo también, ahora puedes comer en paz- bromié.

- Así lo haré- dijo, y con una sonrisa despreocupada dio el primer bocado- Qué harás con el asunto de la poción?-.

- Aún no lo sé, pero supongo que me vengaré- respondí, y me miró asustada, así que agregué- pero obvio no voy a darle una poción de amor-.

- Obvio no, contigo nuca se sabe- dijo y reímos.

- Creo que ya me llené- comenté mirando el desastre de nuestro alrededor

- Yo igual, mira este desastre- agregó.

- Yo lo arreglo- respondí, y con un simple hechizo sin varita, todo volvió a su lugar.

- Sería una buena idea volver al castillo?- preguntó.

- Supongo que podemos pasar la noche en la casa de los gritos- dije recordando los pasadizos del mapa.

- En la casa de los gritos dices? No creo que sea buena idea- dijo con voz temblorosa.

Lo pensé un rato más, y se me ocurrió una espectacular idea- ya sé, nos quedamos en el pasadizo que nos trajo hasta que sea hora de volver- expliqué.

- Buena idea, pero vamos a necesitar algunos... recuersos- dijo, y llenamos una bolsa con comida, dejamos la plata, nos pusimos la capa, y nos metimos de nuevo al pasadizo.

Hermione se recostó poniendo su cabeza sobre mi regazo, y automáticamente se quedó dormida.

No pegué el ojo en toda la noche, al fin tenía un momento para meditar sobre lo ocurrido.

Iba a vengarme de Tom, eso era seguro, pero lo que aún no comprendía era por qué Fred había creído en lo que sus ojos veían, sobre todo después de lo que había pasado con Angelina.

Me fijé en el reloj de Hermione, eran las 5:30... probablemente Fred estaría entrando a la sala común.

Traté de no recordar, de no recordarlo a él, pero fue imposible, la decepción y la tristeza de sus ojos se plasmaron en mi mente, y lograron que una lágrima escapara, luego otra, y otra, así sucesivamente hasta que me vi envuelta en un mar de mil sentimientos de los que no podía escapar.

Hermione despertó, y simplemente me abrazó, era lindo tener un hombro para descargarse en ese momento.

- Estoy harta- sentencié luego de calmarme un poco- harta de ser esclava de mis sentimientos... no lo puedo sacar de mi cabeza... yo... lo amo, pero no puedo creer que me considerara capaz de tal cosa-.

- Esto va a sonar muy cursi, pero haz lo que te diga tu corazón- dijo con una sonrisa que me transmitió algo de paz.

- Ese es el problema, no lo sé- respondí tratando de buscar en los más profundo de mi ser una respuesta.

- Lo sabrás a su momento, ahora volvamos que ya es hora- agregó, y salimos envueltas en la capa invisible, rumbo a la sala común.

Llegamos sin problemas, dejamos la capa en la habitación de Harry, y volvimos a la nuestra en el momento justo de nuestra desaparición.

Katie nos miraba confundida.

- Pero si estaban ahí, luego aquí...- comenzó, parecía que iba a explotar, pero Hermione le puso la mano en el hombro.

- Lo importante es que estamos aquí, y que si fue una poción de amor- le dijo.

- Osea que ustedes...- comentó Kat comenzando a entender las cosas.

- Si, viajamos en el tiempo- asentí.

- Wow...- dijo, y tras una pausa en la cual sus pensamientos se alinearon, preguntó- Qué harás al respecto?-.

- Venganza- respondí, y sus ojos se abrieron como platos al imaginarse que iba devolverle con la misma moneda, así que agregué- pero no voy a darle una poción de amor-.

- Me asustaste- se limitó a decir, mientras Hermione reprimía una risita.

- Por qué todos creen que voy a devolverle con lo mismo? Y la creatividad a donde quedó?- pregunté revoleando los ojos.

- Eres capaz de cualquier cosa _____- respondió Katie, y las tres nos reímos a más no poder.