🍫 His Smile 🍫 [Yugkook]

U╹ᆺ╹U (70)

Ambos habían sentido el ambiente un poco pesado luego de que habían comenzado a comer.

No dijeron nada, al menos hasta que el mayor había acabado y comenzó a hablar un par de cosas sobre su vida con su Dongsaeng con tal de que las cosa no se sintieran así de mal.

Así, sin notarlo, el ambiente agradable regresó otra vez, dejándolos felices  y tranquilos aquellas horas que les quedaban juntos.

Cuando menos se lo esperaron, el reloj marcó una hora ya tarde en la noche, así que una vez que acabaron de cenar habían salido a pasear juntos por una plaza admirando el color de las flores en la oscuridad de la noche, el canto de los grillos ocultos y ciertos sonidos nocturnos más bajo el brillo de la hermosa luna que iluminaba hasta sus revoltosos corazones.

YuGyeom se ofreció llevar a casa a su Hyung quien se negó al principio, se había enterado que vivía muy cerca del centro, así que le pidió que lo llevaría caminando hasta un punto donde estuvieran en el medio del recorrido de ambos, así él no estuviera tan lejos de su motocicleta ni su Hyung de su hogar.

Así que aquella plaza era su punto final. Y ninguno tenía las ganas de despedirse, cuando llegó la hora de irse había un extraño silencio tímido y agradable entre medio, se miraban de reojo y se sonreían de forma tímida sintiendo sus corazones latir al mismo ritmo rápido dejando un agradable cosquilleo desde la punta de sus pies hasta el principio de sus cabeza.

- Bueno... Tengo que irme, y tu también. Ya se nos hizo tarde. -Jungkook fue el primero en alejarse un poquito del más alto.

El menor asintió. Sin embargo ninguno se movió de su lugar, estaban mirándose frente a frente, como si ambos se hubieran encerrado en una burbuja rosada donde el tiempo no se movía ni nadie los molestaba.

De a poco se fueron acercando mirándose los labios de una forma dulce.

Jungkook pensó que los labios del más alto eran más gruesos que los suyos, pero tenían un adorable color rosado que le tentaba probar para saber si sabían a frutilla o quizás a chocolate. En cambio, el menor pensó que los labios delgados carmín de su Hyung debían saber como al batido de vainilla que suele tomar en su bar, además que el color de sus belfos quedaban tan bien con el color de su piel morena que comenzaba a considerar si su Hyung había sido creado por ángeles por lo tan perfecto que era.

YuGyeom tuvo que agacharse y Jungkook hacer puntitas para poder alcanzar a su menor.

Sin embargo, no resultó como esperaban.

YuGyeom desvío sus labios a la mejilla de su Hyung con cierta timidez luego de acordarse que habían hablado sobre una pareja, donde Jungkook no negó, pero tampoco aceptó si tenía novio, sin embargo el menor sabia que su mayor tenia alguien esperando por él. Era bastante obvio, su Hyung era un chico muy guapo como para prestarle atención a él de esa forma amorosa.

Fue ligeramente un roce entre sus labios y la piel de su Hyung, sin embargo a ambos le estallaron burbujas y mariposas de colores por todos lados, más en donde se habían tocado.

- Hyung... -se observaron a los ojos de nuevo, el mayor se sentía decepcionado, con sus labios abultados sin saber que hacer, quería que su menor lo besara, pero a la vez no quería obligarlo a algo como eso.

Sin contar que aún no había terminado su relación con su novio, quien de seguro debe estar furioso en su hogar porque había cancelado una cita con él el día de hoy.

- ¿Sí? -pero ver los bonitos ojitos de color chocolate de su Dongsaeng le hacían pensar bien exactamente que era lo que quería en su vida.

Pero no estaba seguro de si YuGyeom lo podría aceptar de esa manera.

- ¿M-Me da su número de teléfono? Acabo de recordar que no lo tengo, quizás así planeamos donde puedas tocar próximamente. Conozco muchos bares donde si toca lo harán famoso. -Jungkook suspiró con una pequeña sonrisa en sus labios.

De pronto la fama le estaba importando menos en su vida diaria.

- Seguro. -sacó su teléfono, ignoró las llamadas perdidas de su novio y le pasó su número al menor y viceversa.

Sin más preámbulos ambos se dieron media vuelta por fin. No sin antes despedirse de una forma incómoda porque no sabían que hacer, al final se dieron un abrazo y cada uno dio media vuelta.

Dando una risa mutuamente luego porque ambos habían volteado al mismo tiempo captando un contacto visual a la distancia.

- ¡Nos vemos mañana, Hyung! -gritó el menor. Jungkook había asentido y se fue despidiéndose con su mano.

El mañana se hacía desear con muchas más fuerzas.