Tacones

908 81 21
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


"Que comience el festín para la reina"


Lo que quedó del domingo pasé encerrada en mi habitación llorando.

Llorando sin pensar en nada, las lágrimas corrían por mi rostro sin ningún pensamiento en mente, estaba intentando ocultar cuanto me dolía.

Me dolía el corazón, pero no quería que me doliera el alma.

Por eso preferí reprimir toda clase de recuerdos dolorosos para mí, claro que fue una labor casi imposible, llorar sin pensar en nada.

Mamá llegó unas horas después de que yo me encerrara en mi habitación, minutos después llegó mi padre, me excusé diciendo que tenía muchos trabajos por hacer y que ya había comido, no preguntaron más.

Soy totalmente consiente de que mamá merece la verdad, pero ayer no me sentía con el valor suficiente para salir de mi habitación y dar una larga lista de palabras que nos hieran, porque era dar explicaciones de más, explicaciones que no prefiero dar frente a mi padre; necesito un momento más privado con mamá, y aunque esté dolida, también con Jasmine.

Me levanto un poco antes que siempre, no quiero toparme con nadie en mi casa y tampoco en la escuela.

Me pongo el uniforme y me hago una trenza al costado junto a un maquillaje sutil; tal vez si finjo ser invisible otra vez, las personas que hacen viajar los cotilleos no noten mi presencia en la escuela.

Suelto un suspiro y salgo de mi habitación sin hacer ruido, cierro mi habitación con mi bolso de porrista en mano y me encamino a la primera planta de casa.

Mamá se encuentra en la cocina en cuanto llego a esta, mi padre supongo seguirá alistándose al igual que Jasmine, por lo que es el momento perfecto para salir sin vomitar de tan solo mirarlos.

Mamá me regala una cálida sonrisa en cuanto ingreso y yo le devuelvo el gesto con una sonrisa apagada, no puedo verla al rostro sabiendo que estoy encubriendo a un bastardo e inconscientemente la estoy hiriendo alargando esto cada vez más.

— ¿Qué desayunarás cariño? —pregunta sin desvanecer su sonrisa.

Suelto un pequeño suspiro y tomo una manzana del cesto de frutas y se lo enseño.

—Claro que no, cariño. —me dice— Tienes que comer algo más.

Un nudo se deposita en mi garganta y siento que romperé a llorar en cualquier momento.

—Voy con algo de prisa. —me apaño para responder— ¿Estás libre esta tarde?

Mi cuerpo empieza a temblar de los nervios y mamá me observa confundida.

—Sí, me estoy tomando un par de días de descanso. Ya sabes que con todo esto de mi viaje he quedado agotadísima. —explica— ¿Por qué, cariño?

Never (#1)Where stories live. Discover now