Dan

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"Propala el morbo y reprime las certezas"

Lo último que esperaba encontrar ni bien cruzara aquella puerta era a hombres de la seguridad de papá registrando cada rincón de la casa mientras que las mucamas caminaban desesperadas entre los pasillos.

Observo la silueta de mamá en la sala de estar hablando por teléfono a lo que me debato si ir a preguntar qué sucede o simplemente escabullirme para evitar dramas.

Elijo internamente huir a mi habitación, pero es muy tarde para eso pues el hombre que dice ser mi padre aparece bajando las escaleras con una calculada frialdad en sus expresiones.

— ¿Puedo saber que está pasando? —pregunto al hombre al final de las gradas.

Algunas personas voltean ante mi altanero tono de voz para después seguir llevando cosas en las manos. Dan Fernsby se acerca lentamente hacia mí a lo que alzo una ceja para que responda mi pregunta.

—No estás en posición de cuestionar, Vaitiare. —alza la voz a unos pocos metros de mí.

Suelto un bufido pesado y la poca paciencia que tengo para aguantar comentarios sobre mi escape se desvanece mientras un hombre alto y de figura autoritaria baja por las escaleras con la pequeña gatita que me dio el desconocido acosador de regalo esta mañana, entre sus manos la pequeña bola de pelos se retuerce y chilla llamando la atención tanto de mi padre como de mamá quien termina de hablar por teléfono.

Ignoro por completo a papá y con largos pasos llego hasta el hombre vestido de traje, tomo a mi pequeña mascota entre manos y la acurruco contra mi pecho.

—Estoy en posición de preguntar porque están registrando mi habitación. —demando de inmediato al voltear para encarar a mis padres.

Acaricio la cabeza del felino sintiendo las suaves hebras pasar entre mis dedos en cuanto observo a mi madre posicionarse junto a Dan Fernsby, su saltona mirada parece salirse de su órbita al posar sus azulados ojos sobre el pequeño gato que calma sus chillidos entre mis manos.

— ¿Qué es eso? —pregunta sin despegar su mirada de la bola de pelos blanca con café.

—Un gato. —afirmo con seguridad, de inmediato mi madre me analiza llena de ira interna.

Veo sus manos apretarse en un par de puños junto a su cuerpo y sé que está a punto de explotar, pero mi padre junto a ella logra hablar antes de que la bomba explote.

—Después tendrán tiempo para eso —menciona con rapidez y me observa con indignación consumiendo sus celestes ojos ligeramente rasgados—. ¿Qué hacías en una clínica, Vaitiare?

Había olvidado por unas horas que lastimosamente no puedo estar sola nunca, siempre habrá alguien siguiendo mi rastro, los enormes guardaespaldas de papá siempre irían a donde yo fuera.

—Ya debes saberlo —aseguro al entender que ya sabe todo lo que hice hoy—. ¿Qué está sucediendo?

Ambas personas de azul mirada cielo frente a mí me dan la espalda y comienzan a caminar en dirección a la sala de estar, pasan el umbral y de inmediato entiendo que debo de seguir sus pasos.

—El desagradable video que presenciamos todos hoy fue grabado desde la habitación de Jasmine, Vaitiare —la gruesa voz de papá anuncia al llegar a uno de los enormes sillones frente a la aristocrática e inservible chimenea—. Nosotros no mandamos a poner cámaras en ningún momento, están buscando de dónde pudieron grabar.

Un habitual temor se instala en mi pecho y tras un suspiro de resignación, me dejo caer en uno de los sofás más alejados de mis padres.

Dejo a la pequeña gatita sin nombre sobre mi regazo y siento como se acomoda para tomar la siesta en el algo húmedo pantalón, mi madre no quita los ojos de mi nueva mascota y se sienta en el mismo sillón que papá a unos buenos centímetros de distancia.

Never (#1)Where stories live. Discover now