Paraíso

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"Los comienzos no siempre son los peores"

Mi cabeza se ve atrapada entre el ensayo con las animadoras y los rumores que comienzan a ser novedad por los corredores de esta escuela.

Pienso que hubiera sido mejor no venir hoy, así no empezarían a esparcirse todas esas habladurías que llegaron a mis oídos antes de lo estimado.

¿No puedo tener un día tranquilo últimamente?

No, la respuesta a ello siempre es una negativa.

Las porristas me miran mientras cuchichean sin descaro, claro que esta vez no soy yo quien se encuentra en boca de todo el mundo, sino mi ausente hermana.

Quien a acuerdo junto a mi madre han decidido que sería mejor que reciba una educación en casa antes de que los estragos por no cuidarse empiecen a ser visibles antes el ojo público, pero esa medida fue tomada a un muy tardío momento.

Alisson, ex mejor amiga y cómplice de mi hermana, empezó a correr el inevitable rumor de un supuesto embarazo en cuanto no la vio ingresar por la puerta principal; al parecer, ella solo quería ser amiga de Jasmine para ser elegida como la presidenta del comité estudiantil el año que sigue, claro que eso no podrá suceder, no con la demanda por difamación que seguro mi madre se encuentra preparando.

Y era yo quien creía tener malas amigas.

La mitad de lo que queda de entrenamiento me la paso en mis propios dilemas mentales, y tratando de no prestar atención a las miradas cotillas de mis compañeras de equipo mientras doy piruetas por el cielo y ayudo a las chicas con algunos movimientos para el partido del viernes.

Tengo suerte de legar viva al final, Lily y yo nos encargamos de guardar las piezas que usamos para entrenar y en silencio nos dirigimos al estacionamiento.

Puedo sentir su mirada quemar un lado de mi rostro y sé de inmediato que tiene preguntas, al igual que todos en la preparatoria.

—No está embarazada —miento, esperando que suene real con la voz llena de firmeza.

En cuanto mamá supo que la prueba de embarazo no era mía aquella tarde en mi cumpleaños y después de la conversación familiar más intensa de mi vida, donde se tomaron acuerdos legales junto a los abogados de mis padres, mi madre le hizo saber a Jasmine que ese embarazo seguiría hasta el final, había cometido un error y tiene que hacerse cargo de este. Jasmine, por otro lado, acepto gustosamente, ya que como me había comentado esa misma mañana, esperaba que Eduard se quedase junto a ella por el ser en camino.

Claro que él aún no lo sabe y la excusa por la ausencia de mi hermana en la escuela es que quiere terminar sus estudios sin la tensión de las personas murmurando sobre su familia.

Que farsa.

—A mí no me engañan con el cuento de mayor tranquilidad para ella —bufa junto a mí, volteo a ver cómo me examina con los ojos entrecerrados, intentando descubrir la mentira—. No tiene sentido que saliera de la escuela justo en su mejor momento.

—Al igual que no tiene sentido que su mejor amiga invente un rumor de esa magnitud —suelto en un cansado suspiro y dejo de caminar, a lo que Lily para junto a mí—. Solo cree en lo que te digo.

Ella rueda los ojos y me da una sonrisa de disculpa, seguimos nuestro camino hasta que encuentra su vehículo y nos despedimos con un cierto silencio incomodo, camino a pasos firmes hasta llegar al otro lado del aparcamiento en dónde dejé mi auto.

Pero no está en su lugar, ni en ninguna otra parte.

Me cuestiono si es que tal vez dejé mi vehículo unos espacios antes, pero no logro distinguirlo entre los pocos autos que se encuentran inmóviles.

Never (#1)Where stories live. Discover now