Averno

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"Olvida la moderación, el desprestigio es embelesado en el báratro"


Tacones resonando contra el piso de mármol alrededor de la mansión de mis padres, murmullos a cada maldito segundos y las pruebas de sonido en el patio trasero de la casa son las principales causas de mi despertar.

Suelto un corto quejido todavía envuelta en las tersas sábanas de mi cómoda cama, dando vueltas de un lado a otro mientras intento recuperar mi sueño, pero es en vano.

Me quito de encima las telas que recubren mi cuerpo y me libero por completo ante la suave brisa que por desgracia ingresa por mi balcón. Siento mi cuerpo al borde de la cama y aprovecho para estirarme con rapidez antes de dirigirme a la puerta de la balconada.

Las cortinas aletean hacia el interior generando una mayor ventisca, tomo ambas telas separándolas de la puerta para que dejen de danzar tan revoltosamente y aprovecho el corto momento para mirar hacia ambos costados en la planta baja de la casa.

Personas corriendo de un lado a otro llevando en manos costosos adornos que serán echados a la basura mañana a primera hora por otras personas que solo reciben órdenes.

Excesivos arreglos florales que se agitan a causa de la rapidez de los empleados, desmesuradas decoraciones en color fucsia que podrían ser visibles desde Júpiter y esculturas de hielo son algunos de los extravagantes adornos que consiguieron mis padres para un día como hoy.

Cierro las puertas de balcón y dejo caer las cortinas de mis manos, retrocedo delicadamente con la única intención de iniciar mi día e ir a la práctica de animadoras.

Claro que podría tomarme un día de descanso a gracia de este día y a que Lilybeth es líder de las porristas junto a mí nuevamente, ella podría hacerse cargo de las chicas.

Pero hay un pequeño problema en esa idea.

No quiero estar aquí.

Bajo la mirada al notar que hay algo en el suelo de la habitación que está fuera de lugar y exactamente junto a mí una mediana caja blanca con un lindo listón rosado se abre paso en mi visión.

Yo no dejé esto aquí y dudo mucho que mis padres la dejaran, el dormitorio lo cerré con llave anoche y estoy más que segura de que sigue así.

Mi mirada gira con rapidez hacia la puerta del balcón y la sospechosa manera en la que estaba abierta completamente hace unos minutos.

Me agacho un poco hasta alcanzar la caja y poder alzarla con mis manos para poder ver que es lo que se encuentra adentro de la caja, doy algunos pasos hacia los pequeños sillones blancos que tengo detrás de mí y tomo asiento frente a la mesa de centro. Dejo la caja junto a mí en el mueble y con algo más de detenimiento logro observar unos pequeños agujeros sobre la tapa y en algunos puntos alrededor de la misma caja.

¿Qué demonios es esto? ¿Una especie de broma?

Tomo algo de aire y arriesgando mi vida por lo que pueda encontrar dentro, tomo la tapa con delicadeza y tiro de esta hacia arriba hasta lograr destapar la caja por completo. Suelto un suspiro ahogado al ver dentro de la caja y tengo que parpadear un par de veces para asegurarme de que lo que veo no es una alucinación.

La caja de pronto se vuelve infinitamente inmensa ante el pequeño ser que duerme plácidamente dentro, lo veo removerse ante mi presencia para después escuchar como emite un pequeño sonido de bostezo y abre su boca con cansancio, eleva su redondeada y pequeña cabecita blanca con tonos marrones en la parte superior de sus cortas orejitas plegadas para chocar sus pequeños ojitos color caramelo con mi azul mirada.

Never (#1)Where stories live. Discover now