Vacío

581 47 15
                                    

Nota de autora: subí un capitulo antes que este, asegúrense de estar leyendo en orden, porque a Wattpad se le da por mezclar las partes.

"El vacío no cesará hasta que todas las verdades sean expuestas"

Los siguientes acontecimientos no salieron como esperaba dentro de mi ingenua mente.

De alguna forma, el maldito acosador conocido al que se le dio por darme como sobre nombre un animal, logró eliminar toda evidencia de los audios sobre el video que circula en redes a la velocidad de la luz, al igual que logró desaparecer todo rastro de mensaje de texto en mi teléfono y hasta logró llevarse la caja en que me regaló a mi pequeña mascota.

Llamé a mi madre de inmediato para ver si podía detener la huida de Eduard, pero fue en vano, porque antes de que pudiera siquiera atender el teléfono, el maldito bastardo de mi exnovio se encontraba sobre nuestras cabezas en el avión privado de sus padres.

Dos horas después, nos encontramos Hyder y yo con un ambiente incomodo, sentados uno frente al otro en la estación policial a la espera de que el jefe de investigación cibernética llegue con buenas noticias.

El infierno de mirada esmeralda me observa con curiosidad mientras aplasto contra mis lastimados nudillos una bolsa de hielos derretidos. Quito el frio objeto a cada segundo para ver la sangre brotando a la par en que los moretones se van acrecentando y aunque intento hacerle creer a Hyder que veo mis heridas por dolor, en realidad ambos sabemos que es para evitar su presencia.

Agradezco que la aseguradora de mi vehículo no contactara a mi madre, por lo que ella no tiene que aparecer por la entrada con gritos para enojar mis irresponsables acciones. Sin embargo, dentro de la oficina de policías si lograron implantarme una fuerte multa por los daños causados en vía publica, acompañado de una sanción que engloba la baja de mi licencia de conducir hasta que cumpla la mayoría de edad.

Hyder se había encargado de limpiar mis pequeñas heridas en cuanto nos sentamos el uno frente al otro, en silencio, se aseguró de que no brotara más sangre de mi superficial corte en la frente mientras que en mis manos y piernas aplicaba una suave crema para no irritar las diminutas lesiones.

Suelto un suspiro de tan solo ponerme a recordar sus recientes atenciones en conjunto a con la frase lanzada al aire dentro de su vehículo.

—¿Vaitiare Fernsby? —la voz de un hombre adulto logra sacarme del trance, agradezco internamente. Me levanto del asiento y volteo para toparme con el investigador, asiento con la cabeza—. Hemos logrado eliminar todos los videos que fueron subidos a diversas redes hasta el momento, aunque no podemos asegurar que no sigan circulando en internet.

Era algo a lo que me temía en cuanto llegué y me tomaron la declaración sobre lo sucedido.

—¿Y no harán nada al respecto? —pregunto, alterada por todos los acontecimientos del día.

—Me lamento que no podemos ayudarla esta vez, es algo improbable lograr borrar todo el contenido de los miles de teléfonos móviles que ya deben de tener las imágenes guardadas —explica sin prestarle mucha importancia y la impotencia en mi pecho se acrecienta, suelto un fuerte bufido que hace notar mi incomodidad—. No debió haber grabado ese video sabiendo a lo que se exponía.

Su tono, lleno de altanería no hace más que revolverme el estómago.

Mi entrecejo se frunce de inmediato y mis respiraciones se vuelven pesadas a punto de estallar contra el detective.

—Yo no subí aquella atrocidad, ni mucho menos di mi consentimiento en ser registrada de esa forma. —alzo la voz con molestia, siento los dedos de Hyder acariciar la parte externa de mi brazo con delicadeza en son de que mantenga la calma, pero logro ignorar su gesto—. Lo dije en las dos declaraciones que di, fue Eduard Sheaffer y su insana mente quien se ha encargado de grabar y expandir mis intimidades. ¿No hay acaso una ley decente que me respalde?

Never (#1)Where stories live. Discover now