Never (#1)

Venganza

"Quieres ver al mundo ¿caer o arder?"

El último mensaje del desconocido se encuentra aún rondando en mi cabeza.

¿Me gustan las venganzas? No, claro que no me gustan las venganzas. Teniendo en cuenta que la única vez que tome la decisión de vengarme, todas las personas comenzaron a juzgarme a causa de esas fotografías en mí cuenta.

Ya no quiero más estúpidas venganzas.

Por otro lado lo que pasó el sábado por la noche solo fue furia retenida que debía de sacar de mi interior de alguna manera y por eso terminé acostándome con Hyder, pero no creo que haya sido una venganza, solo hice lo que todos hacen.

Tener sexo.

Voy caminando por los pasillos de la preparatoria con destino a la última clase del día, las miradas sobre mí en estos últimos días me tienen agotada mentalmente.

¿Es que no tienen algo mejor que hacer? Se la pasan todo el día persiguiéndome con sus miradas de odio y asco.

Me observan como si fuera un pequeño animal de laboratorio y todo por culpa de la realidad que yo misma he planteado a gracia de mis pésimas decisiones en estado de ebriedad.

Siento unos dedos envolverse alrededor en mi brazo de un momento a otro así obligándome a voltear con brusquedad.

El asustado rostro de Sam es lo primero que veo, tomándome del brazo y con esa mirada tierna que me he tragado durante un buen tiempo.

— ¿Estás evitándonos? —la dulce voz de Sam llega a mí.

Jalo con delicadeza mi brazo hasta que suelte su agarre.

— ¿Tengo alguna razón para evitarlas? —suelto con ironía, Sam niega con la cabeza repetidas veces.

—No lo creo en realidad, has estado muy distante desde la anterior semana.

¿Es que tú no lo sabías acaso?

Un corto escalofrío de nervios me recorre y tengo que apartar la mirada de Samantha para no terminar echándole en cara todo lo que vengo reteniendo desde que descubrí que se acuesta con mi padre.

—Tal vez deberías de preguntarle a Alice o a Cloe que está pasando. —le regalo una última mirada y me doy la vuelta para salir apresurada a mi clase antes de que ocurra una catástrofe.

Suelto un corto suspiro en cuanto llego al salón de clases, ingreso y tomo asiento en las últimas bancas rápidamente

Veo como el aula se llena al transcurrir los segundos, las miradas incomodas siguen y para lastima mía los murmullos sobre mí siguen en boca de las personas.

Pienso en mi pequeño encuentro con Sam hace unos minutos y en la incredulidad en sus ojos.

Es imposible que Samantha no sepa de que hablaba, Alice le contó a Cloe y no tendría problema alguno en contárselo a Sam.

—La directora me está llamando a su oficina, vuelvo en unos minutos, no quiero desastres en mi ausencia. —anuncia el maestro de química antes de salir por la puerta del aula.

Continuo con los problemas que nos dejó para resolver, muevo ágilmente el lápiz sobre el papel hasta poder terminar, pero en un mal movimiento el objeto resbala de entre mis dedos y cae a la izquierda de mi asiento.

Suelto una maldición por lo bajo y agradezco que todos están lo suficientemente concentrados en lo que dejó el profesor como para voltear a ver que sucedió.