DESAPARECIDO

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.Capítulo 17.

Como en silencio, lentamente y con la mirada fija en mi comida con el codo sobre la mesa y mi cabeza recostada sobre mi mano como si mi cabeza me pesara

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Como en silencio, lentamente y con la mirada fija en mi comida con el codo sobre la mesa y mi cabeza recostada sobre mi mano como si mi cabeza me pesara.

Ignoro el hecho de que él se encuentra mirándome fijamente desde que bajé a comer cosa que ni yo me creo que haya hecho ya que el dolor de mi cuerpo es espantoso, eso sí, no llevo puesto ningún maldito vestido. Más bien llevo un pantalón de lana y un Jersey de cuello alto que me tape las marcas de mordiscos y chupetones que tengo.

Ni hambre tengo... y eso es raro en mi.

Dejo caer la cuchara sobre mi plato haciendo que suene un sonido fuerte.

— Estás insoportable.— Le oigo decirme gratuitamente.— ¿Te sigue doliendo el cuerpo?

Ignoro lo que me dice y arrastro mi silla hacia atrás levantandome para irme devuelta al cuarto.

— No te he dado permiso para irte, Ariel. — Dice con voz neutra. — Siéntate.

Suelto el aire retenido en mis pulmones en un bufido de cansancio para de nuevo dejarme caer en mi silla con la mirada baja.

— ¿Que queréis, su majestad?— Pregunto.

— ¿Su majestad? Te tengo dicho que me llames por mi nombre y que me mires a los ojos, Ariel. — Me ordena.

Alzo la mirada lentamente y la mantengo en sus iris grisáceos sin mostrar expresión alguna.

— A ver si adivino...— Dice con gracia.— ¿Muestras esta actitud por el simple hecho de que no te dejo ir?

— ¿Te parece poco?

— Me parece una estupidez.— Contesta.— Más que mostrar esa actitud estúpida hacia mi persona, deberías estarme agradecido por no matarte junto a tu querida abuela. Actúas como si hubiera abusado de ti pero por si lo has olvidado, mi queridisimo Ariel, ese fue nuestro trato. Ya que parece que te has olvidado te lo recordaré: A cambio de vuestras vidas, tú formarias parte de mi harem ¿Y qué crees que hago con quienes forman parte de mi harem? ¿Jugar a las muñecas?¿Dar paseos? ¡No Ariel! ¡Follo con ellas! Y si es eso lo que te tiene así, entonces solo me acostumbraré por que eso que pasó anoche se repetirá una y cuantas veces yo quiera.— Me dice cínicamente.

Ahora que me doy cuenta, tiene razón, pero no del todo.

— ¿Eso te pareció un trato?— Le pregunto sin esperar respuesta. — "Formar parte de mi club de putas o morir" ¡Oh si! ¡Un excelente trato!— Exclamo sarcástico. — ¿Que puta mierda de trato es ese? Eso no era un puto trato, eso fue una puta amenaza, rey Cayden.

— Me da igual lo que opines, Ariel. Gracias a esa amenaza ahora eres mío y siendo mío aquí te quedarás. — Dice dando por terminada la conversación.

Este alza su copa de oro repleta de vino para luego llevarla a sus labios y beberlo todo de golpe.

— ¿Cuando te cansarás de mi?— Pregunto esperanzado.

Este suspira cansado de mi, pero realmente me importa un triple hijue' puta culo, gracias.

— No lo sé, Ariel.— Se muestra sincero.— Pero siendote sincero, no veo venir ese día cercano.

¿Me está jodiendo?













— Mi lady, le repito que su majestad no os dejará ir vestido así al palacio de su harem. Por favor, vista como las damas normalmente.— Me pide el soldado mirándome de arriba a bajo.

¿Por qué les cuesta tanto entender que tengo frío? No me quiero poner ninguno de esos vestidos que dejan a plena vista los moretones que tengo, entonces le he dicho una y mil veces que tengo frío y que iré vestido con lo que llevo puesto, pero por ser ropa de hombre no puedo.

— Soldado. — Le digo poniendo mi mejor sonrisa falsa.— ¿Como le digo con todo respeto que me importa entre cero y nada lo que quiera o deje de querer su majestad?— Le pregunto.

— Pero...— Trata de decir pero le interrumpo de golpe.

— No hay "peros" que valgan ¿Eres soldado o estilista de moda? — Le pregunto sarcástico. — Ahora llévame al mierda palacio ese y ya.

Este me miraba como si en vez de verme a mi estuviera viendo a Satanás y es que debe estar sorprendido por como hablo y la verdad es que ahora mismo me la suda mucho todo, estoy de mala hostia y lo que menos necesito es que me ordenen ponerme un jodido vestido que pesa el doble que yo.

Este evita decirme algo más y tan solo asiente para luego simplemente caminar tras de mi hacia la salida del castillo.











Entro al palacio dejando a los dos soldados de que me han acompañado atrás e ignorando que se estén despidiendo de mi para volver al castillo.

Tan solo entrar y llegar a la sala principal las veo a todas que hablan entre ellas o hacer cualquier otra idiotez. Pero lo que más raro me pareció fue ver a Gina conversar tranquilamente con Charlotte, estando estas dos conversando sentadas en un sofá.

Pensé que se llevaban mal...

Una tras otra no tan mi presencia hasta que doce pares de ojos se posan en mi y no sé por qué tengo un mal presentimiento. 

La mirada de Gina se posa en la mía y rápidamente la baja a sus manos las cuales se encuentran entrelazadas en sí.

Ignorando sus miradas me largo de ahí dirigiéndome a las escaleras donde al subir camino por el extenso pasillo hasta llegar a mi cuarto. Entro en mi cuarto y tan solo al entrar me siento en mi cama y suspiro.

Noto algo raro en mi alrededor...

Miro a mi alrededor esperando encontrar aquello que hace que tenga un tan mal presentimiento, hasta que mi mirada se fija en mi buró, el cual se encuentra entreabierto.

Alarmado abro el buró y precisamente lo que me asustaba es lo que pasaba...

La carta de Gabi no está...

Ha desaparecido...

— No, no, no, no...— Niego una y otra vez tirando de mi cabello sin poderme creer que precisamente donde lo dejé no está.

Y sin poderlo evitar la primera imagen que se me viene a la cabeza es Charlotte.

Maldita...

...

¿Que os pareció?

Sobre la conversación entre Ariel y Cayden ¿Quien creéis que tiene razón?

¿Quien creéis que se ha llevado la carta de Gabi?¿ Y con que intenciones?

Ciao bbs. Recordat: votar + comentar = 1 capítulo.

EN LA PALMA DE SU MANO {COMPLETA}Where stories live. Discover now