Desde mi niñez recuerdo cómo siempre había gente, ya sean niños o adultos que se metían conmigo por mi nombre: Ariel. Me echaban en cara que era un nombre de mujer, un nombre femenino... cosa que me llevó a odiar este pueblo anticuado lleno de "mac...
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Vuelvo a intentar esquivar su cuerpo pasando por su lado, pero este negándose a dejarme ir vuelve a interponerse en mi camino, sacándome de quicio a mi y a Lucy quien no deja de graznar.
Giovanni físicamente es como Cayden. Es musculoso y a simple vista muy grande, podría jurar que es unos pocos centímetros más alto que yo, al igual que mi hermano.
— Te estás buscando una paliza ¿Sabes?— Amenazo.
— Tengamos una conversación serena, por favor. — Me pide tranquilamente.
— Dime que quieres rapidito.— Exijo perdiendo la calma.
Este ignora mi orden y me mira fijamente, analizandole. Cabe decir que pocos centímetros nos separa y eso es otra de las cosas que hace que quiera golpearle, sumandole esa sonrisa egocéntrica que siempre llevan los nobles.
— Si te dijera que me pareces atractivo ¿Me creerías?— Me dice. — Y si te digo que quisiera tener algo contigo ¿Me creerías?¿Aceptarías? — Me pregunta.
Busco algún indicio de broma en su cara, pero lo dice con tal seriedad que no puedo evitar escupir sin ningún tipo de educación el siguiente hecho:
— No me gustan los hombres.
Su sonrisa se borra y nos quedamos callados durante varios segundos en un silencio incómodo en el que nos metimos por su culpa, que conste.
Dando por terminada la conversación esta vez si logro pasar por su lado acercándome a la puerta de salida. Sin embargo, su voz me detiene.
— No estaría mal tener una relación de noviazgo contigo, pero si no quieres me parece bien. — Le oigo decir a mis espaldas y yo volteo a verlo expectante. — ¿Pero tampoco me concederias una noche a cambio de lo que tu quieras? Una sola noche.
¿Habla en serio?
Claramente hay muchas cosas que quiero, como la diadema de mi madre, a Lucy e irme de aquí, pero no le pediré nada de eso a él sabiendo que el único que tiene el poder para otorgarme eso es Cayden. Y aunque el pudiera, ¿No me ha oído decir que no gusto de los hombres?
— ¿Tengo cara de puto?— Le pregunto.
Este inmediatamente niega una y otra vez ante mi sorpresiva pregunta. Y si, exactamente, estoy muy indignado.
— No Akira, no me malinterpretes por favor. — Pide mientras vuelve a acortar la distancia. — Soy sincero cuando digo que me gustas, me gustas más de lo que crees. Y créeme cuando te digo que me dolió mucho cuando hicieron noticia tu muerte. Me arrepentí mucho de no haberte aclarado mis sentimientos cuando pude. — Explica él con mucha velocidad no dándome tiempo a asimilar lo que está diciendo.
