Desde mi niñez recuerdo cómo siempre había gente, ya sean niños o adultos que se metían conmigo por mi nombre: Ariel. Me echaban en cara que era un nombre de mujer, un nombre femenino... cosa que me llevó a odiar este pueblo anticuado lleno de "mac...
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Camino en círculos con mis manos desordenado mi cabello en un ataque de nervios estando en mi cuarto. Cintia me mira preocupada sin saber que me tiene así de nervioso o incluso asustado, y es que ella no lo sabe pero es normal que yo me encuentre así en estos momentos. ¡Gabi, es el soldado a mi cuidado! ¿Como le hizo para ser de un momento a otro un soldado de la guardia real?
¡Que vergüenza! Me ha visto con este estúpido vestido junto a esta diadema y las joyas pareciendo precisamente aquello que odio parecer: una chica.
Pero eso no es lo que me tiene así, lo que me tiene así es ¿Por qué precisamente Gabi? Habiendo tantos soldados ¿Por que él? ¿Será que Cayden sabe que él es el mismo Gabi de la carta y esta es una prueba para mi? Maldita sea, me va a dar un infarto.
Pero no puede ser que lo sepa por qué en el pueblo hay miles de Gabrieles, osea, no me jodas, solo falta que me digan que aparte de rey es adivino.
— Lady Ariel, ¿Os encontráis bien? — Me pregunta ella con tono afligido. — Desde que su majestad os puso al cuidado de ese joven soldado vos no habéis dejado de murmurar la palabra "Joder" mientras da vueltas y vueltas.
— Sí Cintia. — Miento. — ¿Puedes dejarme sola?
— ¿Se-Segura?
— Sí Cintia, segurisima. — Afirmo.
Esta, dándome una última mirada sale no muy convencida dejándome solo.
Gabi debe estar tras esa puerta así cuidando de mi como el "soldado" que es.
Tantos pocos metros nos separan...
Quisiera salir y salterle a los brazos, abrazandole... Pero me moriría de vergüenza si vuelvo a dejarle verme con esta vestimenta . Sin contar que me preguntaría por todo lo que he pasado y podría contarle cualquier cosa menos que me he acostado con el rey, entonces ahí sí ya me muero, la tierra se abre, me traga y me escupe en los confines de la tierra.
Yo...Yo me acosté con Cayden... Dos veces.
No, de solo pensarlo la vergüenza y la humillación recorren mi cuerpo e imágenes de lo sucedido esas noches se pasean por mi mente queriendome hacer vomitar.
No le puedo contar...
"Ese jodido idiota está enamorado de ti" esa maldita frase aparece de golpe en mis pensamientos y no puedo evitar que esa frase se asocie a una imagen de Gabi sonriéndome lo cual causa que mi rostro enrojezca a tal grado que me haga parecer una antorcha humana. ¡Maldita sea!
