LA CULPABLE Y UNA VERDAD INQUEBRANTABLE

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.Capítulo 18.

Corro escaleras abajo  con la cara roja y ardiente por la rabia y la frustración

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Corro escaleras abajo  con la cara roja y ardiente por la rabia y la frustración.

Desde que he conocido al rey todos son problemas, y los problemas vienen uno tras otro tan siquiera se esperan tantito.

A grandes zancadas llego a la sala grande dirigiéndome a Charlotte bajo la atenta mirada de todas que ya, tan rápido han dejado de hacer lo que hacían.
Me paro frente a la pelirroja y le tiendo la mano esperando a que sepa a lo que me refiero y me dé la bendita carta.

— ¿Que quieres ahora, jugar a las palmaditas?— Me pregunta burlona.

A las palmaditas voy a jugar pero con tu cara.

Me volteo a ver a Gina y esta rápidamente baja la mirada a sus manos tratando de ignorar mi presencia ¿Que le pasa a esta también?

— ¿Entraste a mi habitación, verdad?— La acuso.

Esta pone cara de sorpresa para luego taparse la boca tratando de parecer alarmada.

— ¿Yo, para qué? — Me pregunta. — ¿Me estás acusando de algo?

Achino los ojos— Sí, de robo.

Tan rápido como digo eso todas a mi alrededor exclaman sorprendidas poniendo caras sorprendidas y hasta alarmada sin poderse creer lo que acabo de decir.

— ¿Que se supone que he robado?— Me pregunta ella de lo más tranquila. — ¿Que tienes tu que no tenga yo como para tenerte que robar?

— Una carta dirigida a mi.— Contesto cruzandome de brazos.

Uy, que ganas tengo de agarrarla de los pelos y arrastrarla por todo el palacio, a ver si así aprende a no meterse con un pueblerino.

— No he entrado a tu cuarto,  Ariel. — Niega.— No me rebajaría a tanto.

— Pues fíjate que no te creo ¿Como ves?— Le digo.

— No me importa si me crees o no. — Dice cruzándose de brazos.

Ya harto de sus estupideces mis manos van a parar a su cabello tirando con fuerza de esta causando en ella un grito ensordecedor. Tiro de ella hasta que la dejo caer al suelo.

— ¡Estás loca!¡ De esto se enterará su majestad!¡ Sufriras las consecuencias! — Me grita ella desde el suelo con el rímel corrido por las lágrimas de cocodrilo que derrama.

EN LA PALMA DE SU MANO {COMPLETA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora