Desde mi niñez recuerdo cómo siempre había gente, ya sean niños o adultos que se metían conmigo por mi nombre: Ariel. Me echaban en cara que era un nombre de mujer, un nombre femenino... cosa que me llevó a odiar este pueblo anticuado lleno de "mac...
Este capítulo tiene contenido erótico. Os diría que cualquiera que no sea mayor de 16 años que no leaeste capítulo, pero como os la va a sudar y lo leereis Igualmente, pues bienvenidos/as XD.
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Los días han pasado muy rápidamente, tan rápidamente que aún no han habido cambios ni en el reino ni en palacio. Ya deben haber pasado unos diez días desde que a Cayden le diagnosticaron esa rara enfermedad, que se supone que le quitará la vida. Desde ese día tampoco le he ido a ver mas de dos o tres veces y cuando he ido lo único que hemos hecho ha sido hablar de estupideces, oír sus tontas pero macabras palabras.
No parece importarle morir. Pero sería gracioso que con todas las cosas malas que ha hecho ahora tuviera miedo a morir. No sé si Cayden crea en dios o en satán, dudo que sea religioso ya que nunca le he oído hablar de cosas así.
Debo admitir que soy fan de su valentía.
Sin embargo, ¿Qué haré una vez él muera? Volveré a ser libre... Me liberaré de la palma de su mano. ¿Cómo empezaré de nuevo sin dinero, sin hogar, sin comida...? Pero eso no es lo que me preocupa, lo que me preocupa y me agobia hasta lo mas profundo de mi corazón es que estoy solo. No tengo con quien reír, con quien llorar...
¿Es estúpido pensar en mis planes de vida para cuando Cayden muera? No, no lo es.
Supongo que Akira se irá por su lado junto a Lucy y yo pues...No sé.
De solo pensar en todo el peso que cargaré cuando el muera no puedo hacer mas que dejarme llevar por el estrés.
Jodido idiota, me alejaste de mi familia, de mi hogar para ahora simplemente irte tan tranquilo dejándome con un peso con el que no sé si pueda cargar en un futuro.
Y lo odio, lo odio mucho...
Pero ese odio lo canalizo de manera en que ese sentimiento se transforme, por así decirlo, en... Nada, exacto, en nada. Mi abuela me solía decir que el odio te transformaba el alma y podía llegar a convertirte en una mala persona y yo no quiero ser una mala persona. Quiero seguir siendo así como me crió mi abuela, siendo un chico raro, testarudo, malhablado, pero buena persona.
Sin lugar a dudas Cayden es una terrible tormenta que me seguirá aun si muere.
—Eres un petardo en el culo.—Escupo de mala manera al verme perder por decimoquinta vez una partida de ajedrez contra Akira, quien me guiña el ojo triunfador.
— Te gané.—Se burla.— Pero es que es tu culpa, eres malo jugando y aparte estás despistado ¿En qué tanto piensas?
