LOCO

3.5K 419 110
                                    

.Capítulo 25.

Algo raro en él es que me ha dado la opción de elegir donde hablar, y yo ni de coña he escogido mi habitación, más bien he escogido el único sitio en que no pueden oír las demás pero también en el que este semental no se puede aprovechar de mi: el...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Algo raro en él es que me ha dado la opción de elegir donde hablar, y yo ni de coña he escogido mi habitación, más bien he escogido el único sitio en que no pueden oír las demás pero también en el que este semental no se puede aprovechar de mi: el jardín.

Al parecer el sol ya se despedía, bajando tras la montaña... ya anochecia.

Nos encontrábamos bajo la copa del cerezo, por mi parte solo me fijaba en las vistas ya conocidas y él tan solo me miraba.

- ¿Y bien? - Le pregunto cruzandome de brazos.

- ¿Que tal el soldado? - Me pregunta gratuitamente captando toda mi atención. - ¿Hace bien su trabajo?

Carraspeo tragandome el nudo en mi garganta por los nervios.

- Pues no está mal. - Digo actuando como si no me importara.- Esos maleantes que mencionaste no se han acercado aquí así que realmente sigo opinando que no tiene nada que hacer aquí.

Este alza su mano para posarla en mi mejilla y yo tan solo permanezco estático ahí. Su rostro se acerca al mío para simplemente chocar sus labios contra los míos salvajemente, sin siquiera darme tiempo a reaccionar y mucho menos apartarme.

- Me alivia saberlo. - Murmura sonriente una vez separa sus labios de los míos, pero pega su frente con la mía. - He estado muy ocupado estos días y no he podido venir a verte... Me alivia saber que estás bien.

Su aliento mentolado choca con mi rostro.

- Tanto así que pensé en llevarte de vuelta conmigo. - Dice.

Si yo me fuera con él entonces ya no haría falta que Gabi siguiera aquí y le quitaría el puesto de guardaespaldas.

Tragando mi orgullo y con la mano temblorosa, alzo la mano y acaricio su mejilla, haciendo que este se vea sorprendido por primera vez frente a mi. Sonrío, aunque sea falsamente, sonrío queriendome ver dulce. Este agarra esa misma mano incitandome a seguirle dando caricias mientras que este cierra los ojos dejándose llevar. ¿Que es ahora, un jodido niño pequeño o qué?

- Cayden. - Pronuncio su nombre lentamente entre mis labios.

Este abre los ojos mirándo fijamente los míos pareciendo esperar algo. Su sonrisa blanquecina es dedicada a mi y yo muero por poner los ojos blancos al solo pensar que es así como ha conquistado a todas las idiotas que debo soportar.

- ¿Si, Ariel? - Pregunta de vuelta.

Trato de poner la mejor voz apenada y simplemente suelto sin importarme perder mi dignidad:

EN LA PALMA DE SU MANO {COMPLETA}Where stories live. Discover now