¡Tomalo o Dejalo! [Jenlisa g!p]

Capitulo 28

Era tarde cuando llegaron a París, por lo que fueron directamente al hotel. Jennie estaba impresionada de que Lisa los hubiera reservado en uno de los mejores hoteles, Le Royal Monceau. Tenía los trajes más lujosos de un hotel de 5 estrellas. Se completó con una galería, un conserje de arte, una tienda conceptual y un cine. En la planta baja había un bar de cócteles iluminado y un jardín en el patio. También estaba cerca de centros comerciales y discotecas. Planeaba hacer que Lisa la llevara con ellos antes de regresar a casa.

"Este lugar es hermoso", dijo Jennie mientras se acercaban a la recepcionista donde los había reservado y sacaba la llave de la habitación. "No puedo esperar a ver nuestra habitación", dijo emocionada.

Cuando les llevaron a su suite, ella entró primero. Quería revisar todas las habitaciones, especialmente el dormitorio. Para su consternación, solo había un dormitorio, con una cama tamaño king. Sintió a Lisa detrás de ella, así que se volvió hacia ella. "Sólo hay una cama".

"¿Es eso un problema?" Preguntó Lisa, sabiendo muy bien que Jennie estaría enojada.

"Sí, es un problema, uno grande. ¿Por qué no reservó una suite con dos dormitorios?" Preguntó Jennie, mirando hacia la cama.

"Esta es la suite de luna de miel, no tienen dos dormitorios".

Al regresar al dormitorio, Jennie dejó escapar un fuerte suspiro, asegurándose de que Lisa escuchara cuando la vio debajo de las sábanas en la cama. "Te dije que durmieras en el sofá", dijo Jennie, alzando la voz.

Lisa le sonríe. "No estoy durmiendo en ningún sofá cuando hay una cama cómoda aquí. Además, pagué por la suite, así que ven a la cama, hay espacio de sobra para las dos", dijo Lisa, bajando las mantas de su lado.

Sacudiendo la cabeza hacia Lisa, se acerca a la cama. "Será mejor que te pongas ropa interior y si intentas algo te cortaré ese pito gigante qué tienes", dijo Jennie mientras se subía, cubriéndola con las mantas. Agarrando algunas de las almohadas, comienza a ponerlas entre ella y Lisa.

"Ponlos entre nosotras para que no intentes nada".

"¿De verdad crees que unas cuantas almohadas podrían evitar que te alcance?" Preguntó Lisa, riendo entre dientes y se dio la vuelta dándole la espalda a Jennie.

"Quédate en tu lado de la cama", espetó Jennie. Tumbada de espaldas, bajó las mantas porque la habitación le hacía calor, o tal vez era porque estaba acostada junto a Lisa.

"Si no te pusieras estos camisones sexys en la cama, no me sentiría tentada". Lisa se volvió para mirar a Jennie. "Hueles tan bien y puedo ver tus pezones a través de tu vestido", dijo Lisa cuando vio que las mantas estaban alrededor de la cintura de Jennie mientras se acostaba boca arriba.

"Uf, deja de mirarme y vete a dormir", dijo Jennie, cubriéndola con las mantas. Maldita sea, ¿por qué tenía que verse tan sexy? se dijo a sí misma.  Rodar sobre su costado para no tener que mirar a Lisa. Sabía que Lisa estaba siendo amable solo para meterse entre sus piernas, bueno, eso no iba a suceder nunca más, sin importar lo cachonda que se estuviera poniendo.

Jennie despierta temprano justo cuando Lisa salía del baño con una toalla alrededor de la cintura. Era obvio que acababa de darse una ducha ya que su cabello estaba mojado y su piel húmeda. La toalla no hizo nada para ocultar lo que había debajo, y ella sabía muy bien qué era eso.

"Buenos días dormilona", dijo Lisa, dejando caer su toalla y comenzó a vestirse frente a Jennie. Lisa fingió no darse cuenta de que Jennie la estaba mirando. Pudo ver que la cara de Jennie se había vuelto de un tono rojo claro mientras se mordía el labio inferior. Su respiración se hizo más fuerte y sus pechos comenzaron a palpitar. Le encantaba saber que Jennie estaba excitada. Estaba pensando que tal vez sería el momento perfecto para hacer algo con ella, pero lo pensó mejor. Habría mucho tiempo para eso más tarde.