¡Tomalo o Dejalo! [Jenlisa g!p]

Capitulo 31

Los ojos de Jennie se abrieron y sonrió cuando vio a Lisa mirándola. "Te amo", dijo Jennie, poniendo sus brazos alrededor de Lisa cuando se subió encima de ella. Los ojos de Jennie se cerraron cuando Lisa comenzó a besarla con pasión, los labios de Lisa se sintieron como el cielo contra los suyos y sintieron que el fuego en su centro se elevaba. A Jennie le encantaba la sensación de las manos de Lisa mientras se movían sobre su cuerpo, lo ansiaba como lo hace un alcoólico, sin él se sintió como si no pudiera sobrevivir. Sus pezones se endurecieron, su coño palpitó, necesitando a Lisa para satisfacerla. No hubo nada como la sensación de su polla cuando entró en ella, moviéndose lentamente hacia arriba y hacia abajo, luego moviéndose más rápido.Los músculos de los brazos y la espalda de Lisa se endurecieron mientras bombeaba más rápido dentro de ella, llevándolos a ambos a un orgasmo increíble.

Jennie trazó la espalda de Lisa, hasta su trasero con las yemas de los dedos. "La última vez que fui allí, me ignoraste".

Girando sobre su costado Lisa la mira, la vergüenza y la culpa llenaron su ser. Todavía podía ver la expresión de dolor en el rostro de Jennie de ese día y la mataba pensar cuánto la había lastimado. "Lamento mucho eso, nunca sabrás cuánto. Te prometo que esta vez será diferente".

Jennie le sonrió. "Está bien, te daré otra oportunidad". Jennie se acercó y le dio un beso a Lisa. "Vamos a llegar tarde al trabajo. Nos ahorrará algo de tiempo si nos duchamos juntas".

"Eso es lo que piensas", dijo Lisa, levantándose de la cama, sacó a Jennie y la metió en el baño.

En la oficina de Jennie

Al entrar en su oficina, sonriendo y saludando a todos, se sentía como si estuviera flotando en la nube nueva. Se detuvo frente al escritorio de Rose, esta vez trayendo el café.

Rosé miró hacia arriba, arqueando una ceja. "¿Qué pasa con usted?"

"Nada, ¿no puedo llevarle un café a mi amiga y asistente?" preguntó, entrando en su oficina seguida por Rosé.

"Te ves diferente, feliz. Supongo que tu viaje fue bien con Lisa. Así que adelante, suelta los frijoles y dime qué es lo que te puso esa sonrisa en la cara", dijo, sentándose, cruzando las piernas y tomando un sorbo de café mientras bebía mantenía sus ojos en Jennie.

"Está bien, te lo diré. Lisa me dijo que me ama y yo le dije que la amo. Decidimos darle una oportunidad a nuestro matrimonio y voy a tomar su apellido como mío. Bueno, ¿no es así? vas a decir algo? "

Rosé la miró fijamente durante un minuto antes de hablar, queriendo decir lo correcto. "Estoy muy feliz por ti si eso es lo que quieres. ¿Estás segura de que Lisa está siendo sincera?"

"Estoy segura."

Rosé se levantó, rodeó el escritorio y le dio un gran abrazo. "Entonces estoy emocionada por ustedes, por los dos. Ahora, borre de su cara que acabo de echar un polvo esta mañana, tienen una reunión de la junta a la que asistir".

Le encantaba ser la jefa, sus empleados la respetaban, incluso los que alguna vez fueron groseros con ella. Su misión era hacer que todos los que trabajaban para ella sintieran que eran un gran activo para ella y para el negocio, incluso les dio a todos un aumento. Cuando terminó la reunión, le pidió a Rosé que aclarara su agenda para el resto del día.

"Entonces, ¿volverás más tarde?"

"No, voy a almorzar con Lisa y luego me voy al hospital".

"¿Le has contado a Lisa sobre eso?"

"No."

"Deberías decirle, ella es tu esposa."

"Quiero mantenerlo en secreto, no le dirás nada, ¿verdad?"