Capítulo 19: Las consecuencias

95 22 7
                                    

Narra Mateo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Narra Mateo

Siento un leve zumbido lejano que intenta interrumpir mientras estoy dormido, por unos segundos me convenzo de que es parte de los sueños que está creando mi cerebro, pero no, era de lo que están hechas las pesadillas.

Intento abrir mis ojos y levantarme, frenar el zumbido proveniente de mi mesa de luz, mas no lo consigo, solo me remuevo en la cama, esforzándome por cobrar consciencia y atender el celular que no deja de vibrar.

—Mi vida, te está sonando el teléfono— suelta Delfina, aún adormilada a mi lado— ¿Qué hora es?

Me lanzó la pregunta a mí, pero es ella sola quien se destapa y va hacia su celular, frunce el ceño y se gira de nuevo hacia mí.

—Que raro, son las cinco y media de la mañana, ¿quién puede ser? — cuestiona preocupada.

Su tono de voz me hace saltar de la cama, la adrenalina me invade de lucidez, como si nunca me hubiera quedado dormido. Porque en ese preciso momento cuando finalmente pude volver del mundo de los sueños y las pesadillas hacia la realidad recordé que Priscila y sus amigos estaban en una fiesta. Y una llamada a esta hora solo podía significar una cosa, problemas.

Agarro el celular que ya no sonaba y reviso las notificaciones. Estaba lleno de mensajes y llamadas perdidas de Lorena, y un par de llamadas de un teléfono fijo desconocido. La desesperación me estaba empezando a carcomer cuando el aparato vuelve a vibrar en mis manos. La pantalla se ilumina y ahí aparece de nuevo el nombre "Lore"  junto a una foto de ella y mi hermana.

—¡Lorena! — contesto casi a los gritos, tengo el corazón a punto de perforar mi pecho con tantas palpitaciones. Del otro lado solo escucho llanto ahogado y ante la falta de respuesta insisto— ¿Qué carajos pasó?

Parte de mi estaba esperando lo peor, pero otra guardaba algo de esperanza. Lo primero que cruzó mi mente fue que tal vez había caído la policía a la fiesta y habían detenido a algunos, incluyendo a Priscila, sino no había razón para que no fuera ella la que llamara. No importa, iría a donde sea que la tuvieran detenida y la sacaría, es menor de edad y dudo que estuviera haciendo algo tan grave.

Todo ese plan se desvaneció cuando empecé a captar algunas de las palabras que sollozaba Lorena del otro lado del teléfono.

"Priscila", "Javier", "el auto".

No pude distinguir mucho más que eso así que me puse a atar cabos y sentí como mi corazón dejó de latir.

—No...

—Perdón, Mati.

El golpe de la noticia me dejó paralizado. No podía contestarle nada y ella tampoco hablaba, solo seguía llorando. Pude distinguir a un par de personas hablando alrededor de Lorena.

Que puta mierda. Esto no puede estar pasando.

No sé por cuánto tiempo callé, deben haber sido segundos, pero podrían haber sido minutos u horas porque ya nada me importaba. Finalmente recobré un poco el sentido, mientras mi novia acariciaba mi espalda con cara de no entender nada.

Un año con Priscila | ✓Where stories live. Discover now