¿Qué tres deseos puede pedir una chica que odia su cumpleaños y no tiene idea que hacer con su vida?
Priscila está por empezar el último año escolar y está segura de una sola cosa, no va a ser aburrido.
Se quiere escapar, se quiere enamorar y se qu...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Al otro día me desperté tarde y con un leve dolor de cabeza. Le eché la culpa a las tres copas de vino pero en el fondo sabía que además tenía que con toda la ansiedad de lo vivido en el colegio. Por suerte era sábado y no pensaba preocuparme por nada. A la noche tenía una fiesta en la casa de un compañero, Tomás. Sus fiestas solían estar llenas de gente ya que hacía amigos fácilmente y su casa era enorme.
Di media vuelta en la cama para agarrar mi celular. Odiaba el hábito de ser eso lo primero que hacía en el día pero tampoco podía evitarlo. Para mi sorpresa tenía bastantes mensajes. Muchos eran del grupo que tenía con Lore y Tati hablando más que nada de lo que se pondrían para la fiesta. También había de Mateo diciendo que no estaría en casa porque iba a desayunar con Delfina. Después había de Javi en el grupo que teníamos junto a las chicas y algunos solo para mi hablando de la cena de anoche y lo bien que la había pasado y un par de memes que me hicieron reír en voz alta
El mensaje que llamó mi atención fue de un número que no tenía agendado pero me di cuenta por la foto que era Gastón. El mensaje del emoji de beso ni lo había abierto entonces nunca guardé su teléfono. No tenía ni idea porque me estaba escribiendo y al principio me negaba a abrir la conversación para que no creyera que me importaba pero me ganó la curiosidad y lo leí.
"Veo que fue tonto de mi parte preocuparme por cómo te vi ayer a la tarde, al parecer solamente estabas apurada por llegar a tu casa y cenar con tu novio. Mil disculpas. Que bueno que estás mejor"
No terminaba de entender de qué estaba hablando y eso fue exactamente lo que le contesté. Me fui a lavar los dientes y mientras me llegó su respuesta. Una captura de pantalla de mi perfil de instagram con las foto de los cuatro cenando ayer a la noche. Me quedé con el cepillo de dientes colgando de la boca de la sorpresa al ver esa imagen. ¿Ahora resulta que me stalkea? Hace unos días dijo que no le interesaba nada de mi pero se escurre en mis redes sociales, ni siquiera me sigue.
"No tenés ganas de stalkearme un poco menos? Y Javier no es mi novio, es mi mejor amigo".
El sábado siguió pasando pero no obtuve ninguna respuesta de su parte. Estaba eligiendo que ponerme para la fiesta mientras resonaban en mi cabeza las palabras que envió. Había admitido que se preocupó por mi, eso fue lo que más me asombró. Y yo le contesté como una bruta. Tomé mi celular y lo moví un poco entre mis manos dubitativa hasta que escribí: "Gracias por haberte preocupado por mi".
***
Me terminé de cambiar y le mandé un mensaje a Lore para avisarle que estaba yendo para su casa. Me iba a llevar Mateo y nos encontrábamos ahí para tomarnos un taxi los cuatro juntos, Javier, Lore, Tati y yo. No me gustaba llegar temprano a las fiestas y por eso me tomé mi tiempo para arreglarme, cosa que en general hacía de manera veloz.
Había atado mi pelo haciendo un moño con un pañuelo largo de seda negro que caía sobre mis hombros. Me puse mis borcegos de cuero negros, una falda de gamuza azul oscuro y metida adentro de ésta una remera de mi banda favorita a la cual le arremangué un poco las mangas. Colgué dos collares de mi cuello, uno corto y uno largo, ambos dorados y me puse más anillos que de costumbre. Por último me maquillé los labios con un tono ciruela y me pinté un delineado delicado. Cuando me miré al espejo me sentí muy a gusto con lo que veía así que agarré mi cartera y bajé.
