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    Eleanora amaba los hoteles. Algo en ellos parecía elegante, incluso si no era una habitación demasiado cara. Sin embargo, ha vivido en esta habitación de hotel durante casi dos semanas y estaba cansada.

Las paredes eran marrones y la alfombra le picaba demasiado bajo los pies. La cama estaba bien, pero odiaba la sensación del edredón. Ah, y tuvo que comer en su cama porque no quería desperdiciar sus fondos en una habitación de hotel cara con una mesa de comedor. No, quería ahorrar su dinero para poder comprar un apartamento en el que realmente quisiera vivir.

Eleanora soltó un pequeño bufido mientras buscaba su caja de barras de cereal en la cómoda. Tenía que salir del hotel en los próximos tres minutos o llegaría tarde al trabajo, y se negó a llegar tarde si no era una emergencia.

"Maldita sea." Ella gritó, echando la cabeza hacia atrás. Cerró los ojos y respiró hondo unas cuantas veces, luego sacudió los brazos. Rápidamente tomó su bolso y las llaves, se puso los zapatos y salió corriendo por la puerta.

Al pasar junto a la gente en el vestíbulo, les sonrió y saludó a algunos de los trabajadores. Cuando salió por las puertas del vestíbulo, reajustó su bolso y se dirigió hacia su coche. "Necesito un lugar." Ella refunfuñó para sí misma.

____

    Eleanora llegó al trabajo exactamente en el tiempo que necesitaba, poniéndose rápidamente su bata y recogiendo su cabello en una cola de caballo antes de buscar por los pasillos a sus amigos.

Una gran sonrisa apareció en su rostro cuando vio a George, Meredith e Izzie hablando. George e Izzie tenían miradas de súplica en sus rostros mientras que Meredith parecía aburrida.

"¿Qué esta pasando?" Preguntó Eleanora lentamente, arqueando una ceja. Meredith la miró con ojos que gritaban "ayúdame", sosteniendo un café en sus manos.

"¡Está buscando compañeros de cuarto y ni siquiera pensará en nosotros!" Izzie se queja, George asiente con la cabeza. Eleanora endereza la espalda, mirando a Meredith con ojos brillantes.

"Soy una persona muy limpia. Me gusta estar ordenada y me encanta limpiar. Sé cómo cocinar comida real, no solo cosas en caja. Mi familia tiene una receta increíble de Carbonara por la que la gente pelea. ¡Y soy tranquila! ¡Yo también podría hacer las compras!"

Meredith detuvo sus pasos, mirando a la chica. Luego suspiró, sacudiendo la cabeza. "Estamos juntos 100 horas a la semana. ¿De verdad quieren vivir juntos? De todos modos, solo tengo dos dormitorios y un ático mal ventilado, por lo que solo dos personas pueden quedarse allí."

Eleanora abrió la boca, a punto de lanzarse a un discurso completo sobre cómo podría tomar el ático si quisiera, que podría arreglarlo y dejar todas las cosas del ático detrás de un tabique. Sin embargo, Cristina apareció, mirando el café en las manos de Mer con las cejas arqueadas.

the starting line | greys anatomyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora