"Los siete años que pases aquí como residente de cirugía serán los mejores y los peores de tu vida."
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Eleanora Amedeo es la pasante de primer año más joven en adornar los pasillos del Seattle Grace. Demasiad...
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Eleanora estira las piernas debajo de las mantas, mirando a su derecha. Ella se ríe al ver a su novio apoyado a su lado, mirándola.
"¿Sí?"
"Necesito algo de ti." Dice en voz baja, presionando un beso en su cabeza. Eleanora sonríe un poco, moviendo las mantas para poder empujarlo hacia abajo y sentarse en su regazo. "Bueno, eso también."
Eleanora se inclina para besar su cuello, riendo mientras él continúa. Él pone sus manos en sus caderas, apretándolas para indicar que quería que ella lo mirara. Ella se apartó, mirándolo con una sonrisa en el rostro y una ligera inclinación de cabeza.
"Necesito que le hagas a Sloan un ultrasonido hoy. Han pasado casi tres semanas."
La sonrisa de Eleanora se atenúa un poco, la confusión se apodera de su rostro. "¿No puede alguien de OB hacerlo?"
"Bueno sí." Mark le dice, deslizando sus manos por sus caderas y descansando en la parte posterior de sus muslos. La empuja un poco hacia adelante, Eleanora soltó una pequeña risa mientras se inclinaba hacia adelante para poner los brazos junto a su cabeza, mirándolo. "Pero, le gustas. Es imposible que a alguien, especialmente a un Sloan, no le gustes."
Ella sonríe ante eso, conectando sus labios. Sus manos flotan hacia arriba, el beso se hace más intenso. Habían comenzado a ser... íntimos de nuevo, incluso con Sloan en el apartamento. Le acababan de hacer prometer que llamaría y no abriría la puerta, y le habían prometido guardar silencio.
Por supuesto, deberían haber sabido que Sloan era horrible en mantener su palabra.
"Hey, tenemos más- ¡Oh! ¡Ew, ew ew!"
Eleanora se sintió volar en el aire por un momento antes de rebotar sobre su espalda, de nuevo en su lado de la cama. Dejó escapar una bocanada de aire y se llevó las manos a la frente. Mark luchó por ponerse los pantalones de chándal, con el rostro pálido mientras se apresuraba a seguir a Sloan, que había dejado la puerta de su dormitorio abierta de par en par.
Eleanora suspiró antes de sentarse y alcanzar el borde de la cama para agarrar sus pantalones cortos de dormir que tiró allí anoche. Amarrándose el cabello, rodea la cama y se dirige a la cocina, comienza a murmurar para sí misma.
"Prometió que tocaría, pero noooo, por supuesto que lo olvidaría. Nos marcará a todos de por vida."
"No hay más cereal." Sloan se queja, Eleanora la mira mientras entra a la cocina. Eleanora va a tomar un poco de comida de Josie y la vierte en su plato de comida, el gato negro entra corriendo desde donde estaba durmiendo.
"Traeré un poco de cereal esta tarde." Mark le dijo a su hija. Eleanora suspiró y se sentó en un taburete. Miró a Sloan, que ya estaba vestida y lista para partir.
