"Los siete años que pases aquí como residente de cirugía serán los mejores y los peores de tu vida."
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Eleanora Amedeo es la pasante de primer año más joven en adornar los pasillos del Seattle Grace. Demasiad...
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"Tienes que dejar de enloquecer." Meredith le dijo a Eleanora, pasando sus dedos por el cabello de su amiga. Derek estaba dormido a un lado de Meredith, Eleanora al otro, acurrucada y apoyando la cabeza en el estómago de Meredith.
"No puedo dejar de asustarme. No le he contado a nadie de mi familia sobre nosotros, y ahora mi hermano no solo se mudará a Seattle, sino que también trabajará en el mismo hospital. Creo que tengo derecho a asustarme." Eleanora susurró acaloradamente, abrazando la cintura de su amiga un poco más.
Derek todavía estaba dormido, y Eleanora realmente no quería despertarlo cuando hablaba de su relación. Una relación con su mejor amigo desde pequeño que, según Mark, no sería bien recibida.
Meredith suspiró, pero antes de que pudiera hablar sonó un golpe en la puerta. Derek gimió ante el ruido perturbador, despertando de su sueño. Eleanora levantó la cabeza desde donde estaba sobre el estómago de Meredith, mirando hacia la puerta.
"¿Estás levantada?" Cristina pregunta, entrando con cafés en la mano.
"No." Derek responde antes de acercarse al borde y darle la espalda a las tres amigas. Meredith y Eleanora se reposicionan para dejar espacio para Cristina, tomando felizmente el café ofrecido.
Cristina mira a sus dos amigas con las cejas ligeramente arqueadas, su voz seria. "La Bruja Malvada, está muerta."
Eleanora deja escapar un grito ahogado, sorbiendo su café mientras sus ojos se abren. Meredith hace una mueca, levantando una ceja antes de preguntar, "¿Metafóricamente muerta o en verdad muerta?"
"¿De quién estamos hablando?" Derek preguntó con los ojos cerrados. Las tres mujeres lo miraron, hablando al mismo tiempo.
"Hahn."
Cristina continuó hablando con sus amigas, su voz tenía un toque de asombro. "Su nombre está fuera del tablero quirúrgico, sus cirugías han sido canceladas. No sé cómo ni por qué, pero sé que Hahn se ha ido."
"Eso es una lástima, ella era realmente talentosa." Derek dijo. Eleanora frunció el ceño y volvió la cabeza para mirar al hombre. Meredith y Cristina simplemente parecían disgustadas, lo que pronto se dio cuenta. Una pequeña bombilla se encendió en su cabeza. "No me hablan a mí."
Cuando los tres negaron con la cabeza, él solo dejó escapar un suspiro y se levantó de la cama, saliendo por la puerta y bajando las escaleras.
Eleanora tomó un sorbo de café y se dejó caer contra la cabecera. "Tengo que ir al piso de Psiquiatría antes de las rondas para ver a Max."
Cristina la miró con la nariz arrugada, sorbiendo su propio café. "¿Está en el piso de Psiquiatría?"
"Sí," suspiró Eleanora. "Los trabajadores sociales que trabajan para el hospital tienen una oficina allí. No sabía eso antes de que me lo dijera."
