"Los siete años que pases aquí como residente de cirugía serán los mejores y los peores de tu vida."
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Eleanora Amedeo es la pasante de primer año más joven en adornar los pasillos del Seattle Grace. Demasiad...
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"¿Te quedaste con George anoche?"
Eleanora levantó la vista del gráfico que estaba hojeando y le dedicó una sonrisa triste. "Sí, sabía que te ibas a quedar en tu casa, así que solo..." dejó escapar un profundo suspiro, Alex frotando su espalda con dulzura. "Necesitaba a alguien, Alex. Estaba asustado y ahora-"
"Su padre tiene insuficiencia renal, sí, escuché. Eso apesta." Interrumpió. Ella asintió, alejándose del mostrador para abrazar a su novio con fuerza por un momento.
"Te quiero." Susurró ella, mirándolo. Le dio un beso en los labios, dándole una sonrisa a medias.
"Tú también." Eleanora quitó los brazos cuando escuchó su busca sonar, él lo revisó. "Tengo que irme, cariño."
Se dio la vuelta y salió corriendo, Eleanora regresó al gráfico. No se dio cuenta de que Alex técnicamente no le había dicho que la quería, por supuesto. No tenía motivos para preocuparse, por lo que su cerebro no se dio cuenta.
Sin embargo, notó que George caminaba sin rumbo fijo hacia el vestíbulo. Ella frunció el ceño, dejando su historial con una enfermera mientras caminaba hacia él.
"¿Georgie?"
La miró, y luego sus ojos se desviaron hacia el Dr. Bailey y el Jefe, y se acercó a ellos. Se mantuvo un poco alejado, casi como si se negara a estar cerca de ellos. Eleanora lo siguió, con los ojos llenos de preocupación.
"¿Por qué lo hizo?" Su voz era fuerte pero aún no era un grito. Eleanora movió sus ojos de él a los dos frente a ella, su nariz se arrugó en confusión.
"Dr. O'Malley", comienza el Jefe, pero George lo interrumpe.
"¿Por qué lo hizo una vez que vio que el cáncer se había extendido?" Todo hizo clic en la mente de Eleanora en ese momento, el inexplicable coma y la falla orgánica del Sr. O'Malley. Sacaron demasiado en la cirugía. ¿Pero por qué?
"¿Te lo pidió, verdad? ¿Te pidió que lo hicieras sin importar qué?"
La voz de Eleanora fue suave mientras se acercaba un paso más a su amigo, pero no lo tocó. "Georgie..."
"Tenemos que honrar los deseos de nuestros pacientes." El Jefe le dijo. George se burló, luego dirigió su ira e incredulidad al Dr. Bailey. Bailey parecía que iba a enfermarse, como si el hecho de que tuviera que mentirle a George la matara.
Probablemente lo hizo, pensó Eleanora. Sabía cuánto amaba y cuidaba el residente a los seis, y que nunca desearía que algo así le sucediera a ninguno de ellos.
"Dijo que sería sincero conmigo. Él podría haber vivido durante semanas o meses, ¡p-podríamos haber tenido meses con él! ¡Mi mamá, podría haber pasado meses con él!"
