Capítulo 21 parte 3 √

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Capítulo 21 parte 3 = Horrible perrarina

.*Anna*.

Cuando traje a Velika a la mansión olvidé completamente que él no era una animal doméstico, sino un animal salvaje acostumbrado a vivir en la naturaleza y eso jamás podría quitárselo.

—¿Anna, a dónde vas? —me interrogó Fina, cuando salí del baño seguida de mi mascota.

—Velika y yo daremos un paseo —me impidió el paso.

—No —se opuso rotundamente. —El doctor dijo que no puedes saltarte las comidas que tengan calabacita.

La palabra calabacita era el código para referirse a mi bebé en público.

—¿Por qué usas el có…. —me saltó encima y cubrió la boca con su mano, tomándome completamente desprevenida, por lo que ambas caímos al suelo.

—Las paredes de esta casa tienen oídos  —Dijo al mirar fijamente a Velika, cosa que me extraño, pero no comenté nada al respecto.

—Iré rápido a llevar a Velika a su casa y luego vendré a desayunar, lo prometo —ella se puso de pie y me ayudó a levantarme.

—Él tiene sus patas en perfectas condiciones, es más veloz y se conoce el camino mucho mejor que tú —se cruzó de brazos frente a mí.

—Prometo que no tardaré —le di un abrazo porque cada día se parecía más a la hermana que siempre quise tener.

—Te doy 20 minutos eso es todo, así que dejalo en medio del bosque —ordenó y Velika le gruñó.

—Tranquilo, Velika —le toqué la cabeza. —De acuerdo, en 30 minutos estoy de regreso, mamá.

—¡Eso no fue…

No terminé de escucharla porque salí corriendo con Velika detrás de mí.

«Menos mal entendió la señal» —pensé mientras ambos huiamos de Fina y de todo aquel que pudiera interponerse entre los dos.

—No puedo correr más —confieso sin aliento poco después de adentrándonos en el bosque. Velika se detuvo y señaló su lomo. —¿Quieres que me suba en tu espalda? —él levantó la pata derecha. —Pero eres muy pequeño para que soportes mi pe… —las palabras murieron en mi boca cuando el tamaño de Velika se incremento tanto que ahora era mucho más alto que yo.

Su cambio de tamaño me dio miedo al principio pero al ver esos brillantes y cálidos ojos azules todo el temor desapareció.

—Esta bien, solo agachate para poder treparme —él me obedeció y yo subí en su lomo.

En cuestiones de segundos se puso de pie y comenzó a correr a una gran velocidad entre los árboles. Yo para evitar caerme me aferre a su pelaje y enterré mi cara en su cuello.

«Me encanta este olor a chocolate con coco» —pienso. —«Velika huele mejor que…

—Luis —pronuncie inconscientemente eso último en voz alta y la reacción de Velika me extraño; se detuvo abruptamente y se sacudió, provocando que yo cayera de su lomo y luego él me mostró los dientes.

A cualquiera le intimidarla tener a semejante bestia, de dos metros o más en frente, pero yo sabía que él no me lastimaría.

—¿Qué te sucede? —quise acercarme a él y tocarle la cabeza pero me ladró violentamente, así que retrocedí. —Velika, soy yo, Anna ¿Acaso no me reconoces?

Él dejó de enseñarme los dientes, se quedó unos segundos como viendo a la nada y luego se dio la vuelta y comenzó a alejarse de mí.

—¿A dónde vas? —me ignoró y siguió caminando. —¡Velika! ¡Velika, te estoy hablando! —grité y él  fingió sordera.

Soy La Mate Del Alfa (Libro 1 de la saga: Secretos De Luna) {Editando}Where stories live. Discover now