Capítulo 18 √

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.*Anna*.

He pasado tres días de completa paz y tranquilidad, que me han servido para pensar bien las cosas y tomar una decisión definitiva con respecto a mi situación.

—Supongo que debo darle una oportunidad a este mundo —me rasco el obligo suavemente pero en lo que oigo la puerta abrirse aparto la mano inmediatamente.

—¡Cuñis, good morning! —chilló Iván y mi cuerpo se relajó en cuanto me abrazó fuertemente.

Él, al igual que Margaret y Josefina, se ganó fácilmente toda mi confianza y aprecio.

—Buenos días, Iván —le hablé en español porque me siento más cómoda usando mi lengua materna.

—¿Estamos solos?  —frunci el ceño ante su pregunta. Él también era un perro solo debía usar su nariz para saber eso.

—Sí.

—¡Qué alivio! —se sentó en mi cama y me invitó a que hiciese lo mismo. —Necesito pedirte un gran favor, sin que mi nana se enteré, y espero no me digas que no.

Por su comportamiento deduje que no me iba a gustar lo que me pediría, ya que normalmente él es directo, suelta las sin adornarlas demasiado.

—¿Cuál es el favor?

—Mi cosito lleva tres días encerrado en su despacho bebiendo —su expresión se ensombrece. —Él está muy triste por tu rechazo…

—¿Eso es importante por? —lo interrumpi.

No me interesa saber nada de ese perro cobarde. Por mi que se ahogue en alcohol a ver si se muere de una vez y nos deja a todos en paz.

—Tú eres la única que lo podría convencer de que dejara de beber y saliera de allí, necesita comer, ducharse y dormir un poco.

Me daba cosita decirle que no a Iván, él se ha portado tan bien conmigo, pero no quería acercarme a ese cavernícola ni a mil metros de distancia.

—Iván, sabes que te aprecio mucho pero no pienso ayudarte —él hizo un puchero y sus ojos se cristalizaron.

Si Fina no me hubiese advertido lo buen actor que es Iván de verdad le hubiese creído que estaba llorando cuando vi correr las lágrimas  por sus mejillas.

—Tus lágrimas de cocodrilo no me convencerán —le informo.

—¿Quién te dijo que son de mentira? —dijo con un hilo de voz.

—Fina ya me puso al tanto de todas tus artimañas.

—Esa niña va a escucharme —se limpió las lágrimas y absorbió sus mocos. —¿Por qué no quieres ayudarme?

—Si estando sobrio casi me viola estando borracho me puede matar y ahora tengo una razón para vivir —poso las manos en mi vientre de forma disimulada.

Aun no quería que nadie supiera mi secreto.

—Él te adora, por su naturaleza nunca te dañaría, primero se mata antes que ponerte un dedo encima.

«Si se entera de lo que estoy ocultando quizás sí lo haga».

—Te recuerdo que estuvo a punto de golpearme.

—Pero no lo hizo, lo que comprueba que lo que digo es cierto —repuso, creyendo que con eso me tomaría ventaja.

—Es agresivo  y compulsivo lo que lo convierte en impredecible.

—Eso no es así…

—¿Cómo excusas que haya intentado violarme? —se rascó la cabeza y se mantuvo en silencio unos segundos.

Soy La Mate Del Alfa (Libro 1 de la saga: Secretos De Luna) {Editando}Where stories live. Discover now