capítulo 15 parte 1 √

61.8K 3.3K 1.1K
                                    

.*Anna*.

Desperté abruptamente a mitad de la noche y lo primero que hice fue buscar, por toda la habitación, el cuerpo de Adolfo, que al igual que los restos de sangre, había desaparecido. Lo segundo que hice fue percatarme de que traía puesta una camisola de seda blanca y que mi muñeca había sido limpiada y vendada.

«Todo fue real» —me dije a mí misma y quise salir de la recámara para averiguar lo qué pasó después de que me desmaye, pero por temor  no lo hice, ya que no sé con qué me podría encontrar al cruzar la puerta.

Así que decidí pasar el resto de la noche sentada frente a la ventana mientras me torturaba con todo lo que había sucedido; mi casi violación, el regreso de mis pensamientos suicidas y el hecho de haberme convertido en una asesina.

«“¡ASESINA, LO MATASTE!”» —los gritos desgarradores de ese hombre retumbaron en mis oídos  una y otra vez hasta que el amanecer llegó. Luego de eso mi mente entró en un estado de letargo;  sin ver ni oír nada hasta que Margaret me tocó la espalda.

—Buenos días, ¿Cómo te encuentras? —No me atreví a responderle y mucho menos darle la cara. Me sentía tan avergonzada por lo que hice que oculte mi rostro entre mis rodillas. —¿Mi niña, pasaste toda la noche en el alfeizar de la ventana? —me límite a asentir. —¿Por qué? —inquirió.

«Porque el remordimiento de conciencia no me dejaba dormir» —respondí en mi mente.

—Mi nombre es Josefina, mi señora —habló una tercera voz  juvenil que nunca había oído. —pero si gusta puede decirme Fina —agregó al notar que no diría nada.

—Ella viajó hasta aquí solo para arreglarte, mi niña —intervino Margaret. Giré un poco la cabeza para observar a la chica con mi vista periférica.

Era una como de 18 años, de tez trigueña, de cabello y ojos oscuros.

«¿Vino a arreglarme? ¿Para qué? ¿Mi ejecución?» —me pregunté.

—Sé que soy joven y piensa que soy inexperta —volvió a tomar la palabra mientras me veía con mucho interés. —Pero en mis manos está segura, le prometo que será la novia más bonita del mundo —esas palabras me hicieron levantar la cabeza y mirarlas con asombro.

—¿Habrá boda? —fue lo único que salió de mi boca, con voz pastosa por no haberla usado en un buen rato.

—Obviamente —respondió la chica en tono cantarín. —De lo contrario no estaría yo aquí —se acercó a mí y estudió mi rostro con detenimiento —No será una tarea  difícil, es usted muy bonita —aparté sus manos de un manotazo.

—¿Margaret, Adolfo está bien? —le pregunto pero antes de que ella pudiese responderme la muchacha intervino, dándome la impresión que ser un poco entrometida.

—Por supuesto, él mismo me ordenó que la preparara para la boda.

—¿Margaret, estás segura que él está bien? —repetí la pregunta y esta vez ninguna de las dos pudo responder ya que alguien entró sigilosamente a la recámara.

—Veo que estabas deseosa de que estuviese muerto —habló Adolfo con resentimiento al aparecer en mi campo visual, pero no como una aparición ni como un fantasma; estaba recién bañado, con el cabello húmedo cayendo a los lados de su cara, luciendo una camisa blanca y unos jeans azul marino.

Soy La Mate Del Alfa (Libro 1 de la saga: Secretos De Luna) {Editando}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora