Capítulo 33 √

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Días antes…

.*Luis*.

Arrepentimiento, ese es el sentimiento que se adueñó de mí ser desde que planifique ese viaje a Brasil. Y desde el día que me separé de ella, ese mismo en que la dejé en las garras de esa bestia, he contado los días, las horas, los minutos y los segundos para volver a tener a Anna entre mis brazos.

—Hijo lo que piensas hacer es una locura ¡Ya ríndete! —exclama mi madre al borde de la histeria cuando ve que sigo haciendo mi maleta. —Los medios dicen que ya está felizmente casada con el Alfa Superlativo.

—Ese matrimonio es una farsa, ambos sabemos que él la forzó a casarse —dije fríamente al arrojar una franela a mi maleta. —Ella me ama es a mí.

—Te amaba —corrigió. —Nadie te asegura que no se haya enamorado, recuerda que al igual que tú, también es su mate y lleva mucho tiempo conviviendo con él.

—Ella aún me ama y lo sé de muy buena fuente.

Ciertamente tengo casi tres meses sin hablar con Anna, pero no he perdido su rastro, conozco a la perfección cada uno de sus movimientos; sé que pasa todo el día en su cuarto, para evitar los maltratos del desgraciado y su amante. Además sé que más de una noche ha llorado por mí, añorando que vaya a rescatarla de las manos de esa bestia, y por eso mismo no pienso esperar un segundo más para ir por ella.

—Hijo… —mi madre poso su mano en mi hombro —ayer hablé con la abuela de Anna y me contó que su nieta les informó que estaba en cinta.

Sabía que las probabilidades de que quedase embarazada eran muy altas y mi madre me acababa de confirmar mis sospechas, pero en vez de alegrarme me enfureció.

'Pasó lo que tanto querías, deberías estar feliz' —comentó mi lobo con sorna y mis nudillos se pusieron blancos por la presión que estaba ejerciendo en mis manos.

—Por el bien de esa criatura inocente, olvidate de tu plan y dejalos en paz. Él la ama y ella no tardará en corresponderle.

—Él la puede querer, pero jamás con la misma intensidad con la que la quiero yo —aparté su mano y corrí al baño por las cosas que me faltaban. —Yo llegue primero a su vida. Yo la apoye, cuide y protegí cuando más lo necesitó –un nudo en mi garganta no me permitía hablar con claridad. —Si no fuera por mí en estos momentos ella estuviera muerta –mis ojos se humedecieron al recordar lo indefensa que se veía esa noche de luna llena en que salve su vida. —Ella no puede amar a otro que no sea yo.

—Luis, quítate la venda de los ojos, el hecho de que hayas salvado su vida no te convierte en su dueño. –Habló con serenidad. —Además está embarazada de otro.

—No me creo su dueño, yo soy su dueño —afirme con seguridad. —Y lo del bebé es lo de menos, ya que Edward también te aceptó a ti embarazada de otro hombre.

Mis palabras lograron ponerla a la defensiva.

—Mi caso fue muy diferentes al de ella, no te atrevas a compararnos —alegó seriamente.

—No fue tan diferente; ambas fueron secuestradas por un desalmado y violadas por el mismo, dando como resultado de esa ecuación un pequeño bastardo.

—¡Cállate! —me abofeteó, logrando que mis demonios se revolvieran. Sin embargo conseguí controlarlos.

—Aunque sí existe una gran diferencia entre ella y tú —seguí hablando calmadamente —que esa criatura podría ser tu nieto.

Soy La Mate Del Alfa (Libro 1 de la saga: Secretos De Luna) {Editando}Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum