.+Adolfo+.
Después de un rato...
- ¡Cosi, es hora de la diversión! -exclamó Iván, en lo que puso un pie dentro de mi habitación, bailando samba (sin música).
- No tenemos nada que festejar -gruñí al mismo tiempo que cerraba la puerta, ya que él la había dejado abierta.
- Claro que sí, encontraste a tu mate -dijo en tono cantarín.
- ¿Quién dijo que eso es motivo para celebrar? -su boca formó una perfecta "O" -Iván es mejor que te vayas, no estoy de humor para celebraciones -agregue, porque de verdad no estoy para lidiar con alguien que de ningún modo podría entender los motivos que tengo para estar triste.
- Nunca lo estás -articuló cuando se dejó caer en la cama. -Desde que murió papá estás todo el día "trabajando" -suspiró con pesar. -No te imaginas cuantas veces me ha hecho falta mi hermano; ese que me cuidaba, el que pasaba horas hablando conmigo, pero sobre todo extraño a ese que tenía tiempo para jugar conmigo.
- Él murió cuando lo hicieron sus padres y tú deberías aceptarlo -dije para zanjar el tema, pero Iván lo tomó como una invitación a continuar.
- Yo sé que él sigue dentro de ti, solo está dormido -se incorporó- y estoy convencido de que mi cuñis hará que despierte.
- No digas tonterí... -me interrumpió.
- Confía en mí, yo sé que así será -por la inocente sonrisa que adornaba su rostro decidí no arruinar sus ilusiones.
Las leyendas dicen que los hombres lobos, al encontrar a su mate, cambian en muchos aspectos, pero en mi caso no será así; primero es la manada y luego lo demás.
- Como digas, ahora déjame solo.
- Vamos, cosito, acompáñame a celebrar que nuestra Luna ya apareció ¿Sí? -me propuso haciendo un puchero, como cuando era niño.
- Ya te dije que no, así que no insistas.
- ¿Acaso no estás feliz de haberla encontrado? -preguntó ante mi negativa.
'Explícale tus motivos o no se callará' -me aconsejó Velika.
- Clara que lo estoy, es sólo que ella es eso que no quiero perder, pero tengo miedo de atar.
- No me digas que descubriste que tu mate está casada o peor aún está enamorada de otro -se tapó la boca con ambas manos, como si hubiese dicho algo prohibido, y un terrible miedo se apoderó de mí al no pensar en esas posibilidades.
- Eso no lo digas ni de broma -le advertí.
- ¿Entonces qué es? Porque no entiendo. Deberías está saltando de la alegría, acabas de encontrar a tu mate. En mi caso sería comprensible estar tan abatido, porque encontrar a mi mate significaría "Adiós a mi vida de Don Juan" -agitó todo su cuerpo como para alejar ese pensamientos. -Por eso le pido a la Diosa Luna que nunca envíe a mi mate.
- ¡Cómo se te ocurre pedirle algo como eso! -le di un golpe en la parte trasera de la cabeza, para ver si con eso se le quitaba lo bruto.
- Si te lo conté no es para que me agredas -me devolvió el golpe. -Ahora cuéntame ¿Qué te tiene tan acongojado?-solté un largo suspiro.
- Estoy preocupado por ella, por la manada y por el futuro.
- ¿A qué te refieres? Explícate mejor -se sentó en posición de meditación y me presto toda su atención.
YOU ARE READING
Soy La Mate Del Alfa (Libro 1 de la saga: Secretos De Luna) {Editando}
Random-¡Es increíble como ya te olvidaste de mí! -escupió con rencor al detenernos en un claro. Se quitó la gorra y los lentes. 《No lo puedo creer, ¡El idiota con quién perdí mi virginidad!》-pienso. - Veo que te sorprende mucho verme. -sus ojos estaban ll...