Soy La Mate Del Alfa (Libro 1 de la saga: Secretos De Luna) {Editando}

"Luisa Lane"

*Brad*

- Vaya vaya que tenemos aquí -una voz masculina inundó el frio callejón-.

- Un par de tórtolas enamoradas -contesto un hombre de pequeña estatura y los otros siete individuos se comenzaron a reír-.

'Son humanos' -me aviso mi lobo-.

- Escogieron el lugar equivocado para demostrarse amor. -Hablo el que parece ser el jefe de la pandilla-.

- Quedate aquí -le ordene a Josefina. Ella me miró con ojos de preocupación-.

Sé que una banda de maleantes como esta es inofensiva para mí, pero de todos modos les daré una lección para que abandonen esa vida que llevan

- ¡Oh aquí viene el príncipe azul! -se rieron al unísono-. ¡Qué miedo tengo! -el capataz saco un arma y me apunto con ella-.

'Vamos a divertirnos un poco'

Concuerdo contigo.

El hombre me disparo pero como es una bala común y corriente no me hizo más que un rasguño que a los pocos segundos desapareció.
- Eso es lo mejor que tienes - lo desafie con una sonrisa socarrona -.

Él en un absurdo intento de no quedar en ridículo con sus compinches descargo el arma completa en mi cuerpo. Con cada disparo me fui acercando más a él.

Todos me estaban observando con la boca abierta y no dejaban de musitar "Superman existe".

- ¿Qué eres? -La voz del maleante se dobló y lo tome por el cuello-.

En ese momento recordé la frase de una película que Ana me obligó a ver y sin pensar la cite.

- ¡Tu peor pesadilla! - sonreí maliciosamente e iba a golpear al tipo cuando escuche el quejido de Josefina. Me volteo y veo como dos de los cómplices del ladrón tenían un cuchillo en el cuello de Fina-.

- O sueltas a nuestro jefe o tu Luisa Lane morirá -me advirtió uno de ellos-.

La sangre me hirvio al oler el miedo de Josefina y eso provoco que mi lobo tomará el control de mi cuerpo.

Me transforme en mi forma lobuna y la pandilla al verme en un gran lobo de color beige salieron huyendo.

Rápidamente volví a mi forma humana y corrí al lado de Fina.

- ¿Estas bien? -Le pregunte mientras examinaba el pequeño hilo de sangre que salió de su delicado cuello -.

- Sí -me dijo ella atónita-.

- ¡Estas sangrando!. -Le comente alarmado-.

- Tranquilo, no es nada. -Se cubrió la herida-.

- ¿Segura? Mejor voy a llevarte a un hospital. -Intente cargarla pero ella negó-.

- De verdad no es necesario. Estoy bien. -Me aseguro sin apartar la vista de mis ojos. La mirada que Josefina tenia muy extraña-.

- ¿Por qué me miras así? -Interrogó con el ceño fruncido-.

- Tu lobo es asombroso -susurró-. Me encanta el color de su cabello y sus ojos color carbón encendido.

- ¡Oh! Es eso -me rasque la nuca-. ¿Nunca habías visto a hombre lobo transformado? -intente amenizar la conversación-.

- Sí los he visto pero el tuyo tenia algo diferente. -Sonreí-.

- Sí te sorprendió el mío, te desmayaras cuándo veas el de Adolfo.

- A él ya lo vi pero en una presentación menor.

- ¿Qué? ¿Cómo así? -inquirió-.

- Adolfo uso a su lobo para acercarse a Ana. -Se encogió de hombros-.